Éste mes, en el colegio de Constanza fue de observación para los padres de familia. Escogímos un día de éste mes para asistir al colegio y observar.
Yo elegí el día de hoy ya que los miércoles no tengo que ir a la Universidad. Me presente a las 9 am, que fue la hora en que llevé a Coni a la escuela. Esperé a las 9:30 para que la maestra de mi hija me atendiera.
Me dió una hoja a llenar y me dijó que al terminar podía pasar a las aulas y observar detrás de la puerta.
En la hoja había que poner el nombre mio y él de mi hija así como dudas. Las instrucciones decían que pasaría al salón para poder ver a mi hija mientras ella trabajaba. No podía hablar con ella ni interactuar con ningun niño y decía que si algun niño se acercaba a preguntarme algo, le contestara determinantemente que yo estaba trabajando.
Termine de llenar la hoja y me acerque al aula. La puerta tiene cristal pero para que los niños no perciban que son observados, esta cubierta de papel crepe el cual tiene una pequeña rendija oculta tras un corazón.
Levante el corazón y me asome para mirar. Ahí estaba mi pequeña, sentadita y tranquila, sin platicar, solo viendo a su maestra. Vi a todos los pequeños que me causaron gracía, unos estaban sentados igual que Coni, otros se levantaban, caminaban y jugaban. Me daba la impresión de estar espiando. Coni se levantó de su lugar y caminó hacía la puerta trasera del salón. Salió un momento. Regresó.
La maestra me dió la señal para que pasará al salón. Trate de entrar silenciosamente. La maestra me indico en donde me podía sentar pero cuando vi, Constanza con cara de sorpresa se percataba de mi presencia.
Los niños no deben saber que sus padres van a asistir a la escuela por eso fue que Coni se sorprendió.
Inevitablemente los pequeños se acercaban, -y tú de quién eres mamá?- -de Constanza- decía una niñita con muy buena memoria-. Yo les sonreía y les decía que si.
Me ponían en aprietos los niños porque no podía contestarles que estaba trabajando, les contestaba que era mamá de Constanza.
Me gusto mucho ésta actividad ya que siempre me preguntaba que hacía mi hija en la escuela, y mientras observaba desde afuera podía saber como se comporta en la escuela. Ví que en el aula cuentan con bastante material didactico. Los niños me parecieron muy independientes, solitos toman el material que quieren ocupar y lo vuelve a ordenar. Ponen mantelitos en sus mesitas y cuando los desocupan los doblan. Lavan el material que ocupan.
Vi a un pequeño llamado Sebastian que salía del salón, después regresaba con una jarra de cristal llena de agua. Se dirigió a una mesita, puso arriba la jarra, de abajo de la mesa sacó un platito, lo acomodo en la mesa y sobrel el plato la jarra. Después tomó un vaso y se sirvió. Se ve tan pequeño que me sorprendió además de que no derramo ni una gota de agua. Después seguí sorprendida de que otro pequeño lavaba un tenis de su compañerita. Le ponía jabon y lo cepillaba con un cepillito de dientes. Todos volvían a dejar su material en orden al terminar de usarlo.
Constanza me buscaba con la mirada como buscando mi aprobación a lo que estaba haciendo. Armaba unas piezas, yo le sonreía. Después armó un rompecabezas, ni enterada estaba de que ya armara alguno. Se acercó y me dió un besitó en el brazo y me dijo en voz bajita: -mami te quiero-. Cómplice de ella le respondí en voz bajita que yo igual la quería.
Estaba encantada de tanto enanito y a veces creo que sería mejor estudiar Pedagogía que Ciencias de la comunicación ya que los niños me fascinan.
Me gustó lo que ví en el Aula. En esa escuela no los dividen por edades. Los grupos se conforman por niños de 3 hasta 6 años, Al principió no comprendía. Pero ahora entiendo un poco. Son tres años en la escuela y en los tres siempre conviven los grandes con los pequeños, según la explicación de la directora, es porque los pequeños aprenden imitando a los más grandecitos y los grandes refuerzan sus conocimientos con los pequeños.
Yo dudaba de la calidad de educación y estaba pensando en cambiar más adelante a Coni pero quede bastante convencida con lo que hoy ví. Los más pequeños me parecen muy independientes y que decir de los grandes. Tienen cinco o seis años y hablan muy bién. Son muy ordenados e inteligentes. Los ví identificar figuras, dos pequeños jugaban "gato". Tienen sus ganchitos y ahi cuelgan sus chamarritas. Se cambian solitos cuando les llegpa a ocurrir algún accidente porque ahí tienen su mueble con su muda de ropa.
Al final le pregunte a la maestra si Constanza estaba muy tranquila por mi presencia pero la maestra me dijó que normalmente es así de tranquila.
Me agradó la experiencia, me divertí, conocí a sus amiguitos de Coni que se llaman Sebastian, Luisa, Joshua, Sonia, Andrea, Ismael y Leo.
Me fascina que cuenten con mucho material, tienen su comedor con mesitas y sillitas que dan ternura. En fin, quedé convencida.
Wendolin