Este fin de semana, no la pasamos muy bien. Constanza se enfermo de la tos, pero conforme avanzaba el tiempo, la cosa parecía complicarse. El sábado teníamos planeado salir por la tarde, como es nuestra costumbre, pero cancelamos planes porque Coni no se sentía bien. Al paso de las horas comenzó a llorar pues decía que le dolía su corazón. Nada la consolaba, no quería jugar, no quería ver tele, no quería nada. La verdad, como ya era tarde, yo pensaba llevarla al doctor a la mañana siguiente, pero mi padre expreso su desacuerdo argumentando que mi hija no podría pasar bien la noche con tanta dolencia, así que nos fuimos al hospital en compañía de mis padres.
El pecho de Coni estaba realmente congestionado, respiraba con dificultad. Ya estando en el hospital incluso vomitó. La revisaron y le hicieron una nebulización y le aplicaron una inyección. Eso sí, estoy muy orgullosa de mi pequeña pues fue muy valiente y ni una lágrima derramó por el piquete; el doctor y la enfermera estaban sorprendidos y la felicitaron por la valentía.
Con tratamiento y cuidados ya se encuentra mejor, sin embargo decidimos que hoy no va a la escuela pues aún no se escucha del todo bien su pecho. Es tiempo de apapachar a la princesa.
Excelente inicio de semana.