El fin de semana ante pasado tuvimos días muy navideños, comenzando por el domingo que fuimos a Amecameca a cortar nuestro árbol de Navidad.
Ya tenemos 5 años visitando el bosque de los árboles de navidad y tres años consecutivos hemos ido acompañados de mis papás.
El dinero que se paga por cada árbol que llevas a casa, se ocupa en labores de reforestación y en este bosque anualmente se plantan más de 350,000 árboles.
Después de cortar nuestro árbol, nos fuimos a la hacienda Panoaya, el acceso para seis personas viene incluido en el precio del árbol. Y en la hacienda hay bastantes atracciones para pasar una tarde muy divertida. Algunas de ellas son:
- Los venados acariciables a los que les puedes dar de comer. Además de venados hay vacas, cabras, llamas, emus y un montón de animales más.
- El laberinto inglés en el cual siempre me pierdo pues no he logrado memorizar la salida.
- El museo de Sor Juana Inés de la Cruz. Fascinante por cierto.
- El museo de los volcanes. No me gusta tanto, pero también es muy interesante.
- El espectáculo de los animales asombrosos.
- Tirolesa, un precioso lago y hasta una alberca techada.
- Las actividades no tienen fin, y los niños terminan felices y agotados.
La verdad es que es un lugar que recomiendo ampliamente: la naturaleza, la hermosa vista de los volcanes nevados y el ambiente familiar hacen de aquel lugar uno de mis preferidos.
Al día siguiente, nos fuimos hasta Puebla por nuestras esferas.
Chignahuapan es un pueblito donde se fabrican miles de esferas de manera artesanal, las mismas que encuentras en otros lugares, de hecho si revisas alguna caja de tus esferas, seguro verás que vienen de allá. Podrás encontrar esferas de todo tipo y de todas formas, enloquecí con las esferas de Masha y El Oso y las de Snoopy, sin embargo mi hija Constanza quiso una decoración más seria para el árbol por lo que compraremos esferas en azul y en plata. Mis papás optaron por una decoración más colorida así que compraron esferas de colores y unas muy divertidas de m&m. Evidentemente como en Chignahuapan son fabricantes, los precios son más bajos que en otros lugares.
El pueblito es precioso y también se pasa una tarde deliciosa. Puedes ir al centro y disfrutar la vista, el kiosco o entrar a la iglesia del pueblo que es bellísima y comer una deliciosa barbacoa en algún local.
Terminamos rendidos pero felices de haber aprovechado nuestro puente y dar por inauguradas estas fechas navideñas.
¿Ya pusieron el árbol en casa? Cuéntenme, cuéntenme.
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