Cuando Constanza entró al preescolar, llegó a una escuela la cual era de mi total agrado. Me gustaban las instalaciones, las maestras y el modo de educación. Lamentablemente la escuela tuvo que cerrar, situación que me forzó a buscar otro jardín de niños.
Debido a que la situación económica en casa no era la mejor, su nueva escuela tuvo que ser en una institución pública. Hubo muchas cosas que no me gustaban, sin embargo había que adaptarse a lo nuevo.
Transcurrió un año y decidimos que el último año restante para concluir su educación preescolar, lo cursaría en esta misma institución.
Sin embargo desde que empezó el curso me lleve desagradables sorpresas. La primera fue cuando al asistir a la ceremonia de todos los lunes, me dí cuenta de que Constanza no estaba en la escolta y ella había sido seleccionada el año anterior para ser integrante de la escolta este nuevo ciclo escolar. Inmediatamente exprese mi molestia y hablé con la nueva maestra, ella se justificó culpando a la maestra anterior por no haberle avisado. A fin de cuentas volvieron a poner a Constanza en la escolta, pero el hecho me resultó molesto.
Como buena mujer tolerante deje pasar esta situación. Después llego otro acontecimiento, el día en que mi abuelo falleció me presente por Constanza sin gafete. He de reconocer que estaba angustiada y no recordaba en donde había puesto el gafete y también tenía prisa por llegar a la casa de mi abuelo y estar con él. Pues error, la directora se negaba a entregarme a Constanza aunque ella me conociera y supiera que era la madre. Ese día traía la pena en el alma con la situación de mi abuelo, y de pensar que no me darían a mi hija rompí en llanto. Fue hasta que la directora vio que mi estado anímico estaba muy afectado cuando decidió dejar que me llevara a mi hija.
Después vinieron las preferencias hacia algunas mamás entre otras cosas.
Y un buen día mi mamá dijo: Basta! Constanza no regresa más a esa escuela.
Yo sintiéndome con su apoyo, me lance a la aventura de buscar otras escuelas. Sin embargo, cuando le comunicamos a Constanza que la cambiábamos, ella se echo a llorar y me dijo que le gustaba mucho su escuela y que quería mucho a sus amiguitos.
Lo medite un par de días. La educación que estaba recibiendo me parecía deficiente, el trato no me agradaba. Ahora con mi trabajo podría pagar una escuela privada. Decidí llevar a Constanza a las escuelas para que las conociera y tal vez se animaría al cambio.
Fuimos a tres diferentes colegios, pero al primero que fuimos le gusto mucho. Además la directora la invito a su fiesta de Halloween que sería a la mañana siguiente. Lleve a Constanza. Cuando estábamos a la entrada del colegio la note insegura. Se volteo hacía mi con ganas de no entrar, le di un abrazo y le mostré a todos los niños que entraban con disfraces y entonces muy animosa entro.
A la salida que fui a recogerla me dijo que ya se había hecho amiga de todos, me dijo que la escuela le había gustado mucho y que estaba feliz porque se encontró en su salón a una compañerita de ballet.
La directora me dijo que la había visto muy feliz y que no parecía que fuera niña nueva porque se había integrado rápidamente.
Estoy muy feliz porque a pesar de la brusquedad con que se dieron las cosas, Constanza se muestra feliz. A mi me encanta el trato que me dio la directora y la maestra. Pero faltaba la opinión de mi hija, porque evidentemente si esta decisión hubiera afectado negativamente su lado emocional de Constanza, con toda la incomodidad del mundo me hubiera tenido que quedar en la escuela que no me gusta, porque primero esta el bienestar de mi hija.
Todo fue muy rápido, el lunes se decidió que cambiábamos a Constanza y el miércoles ya estaba asistiendo a otra escuela.
Aún tengo que ir a recoger papeles a la antigua escuela y su material escolar. Pero estoy feliz de saber que Constanza se ha acoplado excelentemente bien al cambio.
Aún tengo que ir a recoger papeles a la antigua escuela y su material escolar. Pero estoy feliz de saber que Constanza se ha acoplado excelentemente bien al cambio.
Wendo:
ResponderEliminarQue alegría que Cony se adaptara tan rápidamente a su nueva escuela, que al parecer es mucho más adecuada. Lo importante es que ella esté feliz y por supuesto, que a ti también te agrade.
Felicitaciones para ella!
Una de cal y una de arena Wen. No hay mal que por bien no venga dicen. Qué bueno que la reina se haya amoldado tan rápido a las situaciones, ¡una genia!
ResponderEliminarAbrazo enorme para las dos. Mucho ánimo desde acá. ¡Mucha fuerza para ustedes! :)