8 nov 2012

De la gimnasia al ballet


Les había platicado que Constanza entró en una etapa en la que ya no quería ir más a la gimnasia. Aveces me decía que quería ir al karate, a la natación o al ballet. Todo menos gimnasia!

Yo estaba mortificada, para mi la gimnasia es uno de los deportes mas apasionantes que existen, pero entonces comprendí que yo y Constanza somos dos individuos distintos y que lo que es para mi, puede que para Constanza no lo sea. También recordé que me había comprometido a siempre darle la libertad de elegir. Así que aunque no me agradara la idea, dejamos de ir a gimnasia y me dedique a buscarle otras actividades.

Encontré una academia de ballet cerca de casa y a precios accesibles. Fui a pedir informes e invitaron a Constanza a que tomara la clase muestra para que decidiera si le agradaba.

El día de la clase muestra resulto que Constanza no quería ir y ya se había hecho la dormida. Entonces tuve que ponerme enérgica y recordarle que habíamos dejado las gimnasia por su argumento de que ella deseaba el ballet. Le recordé que la había dejado descansar más de un mes de toda actividad extra escolar pero ahora era su turno de cumplir. Además note que Constanza quería estar todo el tiempo viendo televisión y como nada en exceso es bueno, menos tele y más acción.

Comprendido lo dicho, fuimos al ballet y la sorpresa es que Constanza salió muy contenta y entusiasmada. Hasta ahora todo marcha sobre ruedas, todo va muy bien y espero que así continúe. Yo siento que cuando Constanza hace una actividad esta más contenta, se olvida de la televisión y convive con otros pequeños y eso es bueno porque en casa somos puros adultos.


Ni modo, por ahora su pasión no es la gimnasia como en su momento fue la mía. Pero si su pasión es el ballet, yo le aplaudo y le hecho porras. No importa si es karate, jazz, ballet o lo que sea, lo que importa es que  tenga un sueño y que lo siga, que encuentre esa pasión que motiva a las personas!


3 comentarios:

  1. guauuu, pues el ballet está genial también, que lo disfrute

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  2. Yo hice un año de danza clásica - como también le decimos por acá- cuando tenía alrededor de once, es decir, hace casi siete años atrás.
    Con esa edad y más allá de que lo hacía por cuestiones de salud, le pedí por favor a mi médico que buscáramos otra cosa porque no me gustaba hacerlo y en un punto evitaba ir, poniendo en riesgo el resto de mis esfuerzos. Hablé con mi profesora que me quería llevar a bailar a un teatro renombrado de acá que se llama Teatro Colón, y yo no quería ni loca. Sintetizando, logré convencer a mi médico, dejé atrás a mi maestra de danza y dos años después empecé a hacer lo que realmente quería: jugar al tenis.

    Hasta hacía meses seguía jugando, y a pesar de la intermitencia por el tema de las responsabilidades y los tiempos, no me arrepiento los hermosos cuatro años que pasé ahí. Fueron increíbles, más allá de todo lo malo que bordeaba.

    Espero que la reina encuentre algo que la llena de esta manera, que sea su cablecito a tierra pero a la vez, el lugar donde ella pueda volar.

    Abrazo para vos y otro también para ella. ¡Cuídense mucho!

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  3. El ballet me gusta mucho, yo lo practiqué de niña. Que bueno que le ofreces esa libertad, no todos los niños cuentan con ella.
    Ya nos irás contando más.
    Saludos.

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Editada por Wendolin Vera. Con la tecnología de Blogger.