20 feb 2019

Ni muy muy, ni tan tan

Sé que criar y cuidar de los hijos, es una tarea muy complicada y que a veces nos surgen muchas dudas. Si alguna ves te has sentido entre la espada y la pared, entre los consejos del pediatra y los de tu abuelita, la suegra o alguna conocida, leer esto te podría ayudar.  

Siempre fui enemiga de los remedios naturales, y nunca creí en esos remedios milagrosos de los que hablan las abuelas, como reventar las anginas, curar de empacho o desflemar. Me daba mucha risa cuando alguien me sugería ir con alguna curandera, no me reía abiertamente, eso sería grosero, pero me preguntaba cómo con tantos avances tecnológicos la gente podía seguir creyendo en muchas de esas cosas. 

Y sin embargo, hace poco, mi abuela vino a ver a mi hija, para "curarla" con uno de sus menjurjes y me dio un remedio casero para bajarle la fiebre a Isabel, que francamente me quedé atónita cuando comprobé que había funcionado.

Quiénes me leen frecuentemente o me siguen por las redes, sabrán que terminamos e iniciamos el año muy mal en cuestión salud, al grado de que Isabel estuvo internada por neumonía. La enfermedad parecía no terminar aún después de que la dieron de alta. La tos volvía y lo peor, los días con fiebre muy alta. Y ni hablar del dinero que gastamos en consultas, medicamento y el hospital, porque eso sí, la niña siempre estuvo atendida por un pediatra. Cuando parecía que todo iba bien la tos regresaba.

Ya nos habían dado bastantes consejos de pomadas que ponerle, de como arroparla, de que no debíamos sacarla pues después de la neumonía quedaban "sentidos", pero nosotros siempre nos hemos apegado a lo que digan los pediatras. Ignoramos eso de taparla mucho porque el pediatra dijo que arroparla tanto era dañino, sudaba y eso hacía que el aire le cayera mal, ignoramos eso de untarle pomadas porque luego sale contraproducente y hasta ignoramos eso de exagerar con los cuidados porque el doctor decía que la niña ya estaba curada, ah también ignoramos cuando nos sugirieron vitaminarla porque el pediatra dijo que por el momento no era necesario.

Pero cuando Isabel volvió a enfermar y además nos cobraron la consulta, que yo creo debió contar como revisión porque la niña nunca estuvo al cien, empecé a darme cuenta que ni el pediatra es Dios, y que aveces es bueno buscar otras alternativas. Era la tercera o cuarta vez que Isabel se enfermaba en menos de un mes, que tenía fiebre (38.9) y la tos no le cedía. Paracetamol, neumelubrina, motrín y febrax, parecían no tener efecto, y los baños y los trapos bajaban la fiebre momentaneamente pero al poco tiempo volvía a subir. Pensé que en cualquier momento llegarían las convulsiones y comenzaba a sentirme impotente. 

Una mañana salí a trabajar, mi mamá se quedó cuidando de Isa y cuando regresé ahí estaba mi abuela. -Vine a curar a tu niña, y no me lo vas a creer pero hasta la fiebre le bajo. 

Me explico que con un tomate le había limpiado las anginas y que la niña había vomitado mucha flema. Además me explicó que le puso manzanilla en el pecho y que no debía bañarla ni sacarla al menos en 24 horas. Y me dijo que si la fiebre regresaba, le pusiera una bolita de algodón con alcohol en el ombligo, pues de momento no podía darle baños. Llegó la noche y como siempre, la fiebre comenzaba a hacer su aparición. Rápidamente le puse la dichosa bola de algodón en el ombligo por unos cinco minutos, cuando le tome de nuevo la temperatura, la niña estaba en su temperatura normal, y yo francamente me sentí aliviada. Esa noche la pasamos sin fiebre. Lo creeran o no, quizá coincidencia después de tanto medicamento, pero la niña mejoro y al parecer, hemos dejado atrás la enfermedad. Al mismo tiempo, decidí darle vitaminas a Isabel por un tiempo, en lo que se fortalece su sistema inmunológico porque no hay nada más feo que pasar los días en el doctor, y encerrados porque hasta el más mínimo aire le hacía daño a la bebé.

OJO. Con esto no estoy diciendo que hay que ignorar a los pediatras y que las abuelas tienen toda la razón. Con esto quiero decir, que los pediatras también comenten errores. Y que a veces, pareciera que tanto medicamento ya ni hace efecto en los niños. Por lo tanto, he llegado a las siguientes conclusiones:

  • Busca diversas opiniones. Sí, hay veces que un pediatra no da con la solución, por inexperiencia o por falta de conocimientos así que es bueno consultar con otros doctores.
  • Usa tu sentido común. Lo repito, los pediatras también cometen errores, así que escucha tu lógica, cuando sientas que algo no esta bien, cree en ese sexto sentido que tienes. 
  • Antes de hacer caso de los consejos del vecino, investiga primero, pues hay remedios caseros que suelen ser tóxicos y muy peligrosos para los niños. 
  • Puedes tomar algunos consejos inofensivos para los niños: como no sacarla determinado tiempo de casa, arroparla con una franela, cubrirle siempre el pecho. Ese tipo de consejos que sabes que jamás pondrán en riesgo la salud de tu hijo, sobre todo esos que no tienen nada que ver con ingerir sustancias no aptas para los más pequeños. 
  • Trata de formarte un criterio propio. No es bueno seguir a ciegas los consejos de la abuela, ni tampoco seguir a ciegas los consejos del pediatra, no todos son "profesionales", descubrirás que como en todo, hay muchos médicos desactualizados o muy mal informados.


Así soy yo, ni muy muy, ni tan tan. Todo con medida, tratando siempre de buscar el equilibrio.

18 feb 2019

Quisiera arreglarte el mundo


Quisiera arreglarte el mundo para que cuando salgas allá afuera no tengas que saber de dolor, para que no tengas que enfrentar desencantos, maldad o reencor.

Quisiera repararlo todo e irme tranquila sabiendo que te he dejado en un mundo mejor. 

Pero no puedo. Lo más que puedo es arreglarme a mi misma todos los días. Y limpiarme las heridas, sacar de mi alma los sentimientos que puedan nublar mi razón, reinventarme todos los días y tratar de darte a diario lo mejor de mí. 

No puedo arreglar allá afuera nada, pero aquí adentro puedo arreglarlo todo. Para darte, no una gran mamá, pero sí una mamá feliz. Sí, ese es el mejor regalo que puedo darte todos los días; una mamá que despierte feliz y que pueda darte la mejor sonrisa, que te abrace con dulzura y que pueda guiarte. Una mamá que no se canse de decirte lo mucho que te ama, una mamá que pueda acariciarte, una mamá paciente que aprenda a escucharte, una mamá que con firmeza pueda enseñarte lo que está bien y lo que está mal en la vida. Una mamá que todo lo enseñe con el ejemplo, porque no hay nada más poderoso que el ejemplo. 

Quisiera que nunca tuvieras que conocer el lado malo de la vida o de las personas, pero eso es quizá imposible. Allá fuera el mundo es voraz. Y a mí sólo me queda amarte tanto, para llenar todo tu ser de amor, y que cuando llegue el momento en que tengas que salir, no dudes de ti, no vayas por ahí sintiéndote sola o vacía, para que no titubees cuando tengas que alejar de ti a las personas que se acercan con maldad, para que no lo pienses dos veces cuando sepas que hay personas que más vale la pena darles la vuelta, porque jamás las podremos cambiar.

Sí, puedo arreglarlo todo aquí adentro para que al menos cuando me vaya, tenga la gran satisfacción de saber que he criado a personitas que no saldrán a descomponerlo todo, porque te habré enseñado de principios y valores, porque te habré hecho tan feliz que no tendrás que salir a reclamarle nada a la vida.Es probable que habré logrado llenarte tanto el corazón que cuando salgas allá afuera lo tengas desbordante y solo sepas darle a los demás amor. 

Es probable que alguien allá fuera intenté romperte el corazón, es probable que lo logren y también que el mundo te decepcione, y a veces al igual que yo, no comprenderás cómo en este mundo hay cabida para la maldad. Pero también es probable que andando por el mundo, te encuentres con alguien que al igual que tú, haya tenido una madre con la convicción de que afuera no se puede arreglar mucho, pero que adentro se puede arreglar todo.

Porque estoy convencida de que somos una tribu, que allá afuera día a día hay muchos mamás reparándose día a día, reinventándose para regalar la mejor versión de sí mismas, abrazando, acariciando y criando con amor. Sé que te has de encontrar con esos hijos, y que será una cadena interminable. Sé que habremos logrado mucho, no arreglando afuera pero sí arreglando dentro.

24 ene 2019

Roma, la polémica cinta de Alfonso Cuarón

Apenas llegó a Netflix, y comencé a leer "Roma" por todos lados. Las divididas opiniones me orillaron a verla un lunes por la noche. Estaba cansada, pero la intriga me mataba. Encendí el televisor, entre al sitio de streaming y la encontré.

Una película en blanco y negro, a altas horas de la noche y con el cansancio que deja el lunes después de dos días previos de descanso, me hicieron creer que probablemente terminaría dormida, o que en cualquier momento pausaría y la terminaría de ver al día siguiente. No fue así. Cuando menos me di cuenta, estaba atrapada en la historia de Cleo, la protagonista del film, disfrutando cada plano secuencia, cada toma, cada encuadre, evocando recuerdos de mi infancia entre tintes de nostalgia.

De principio a fin la aplaudí. No lo niego, a ratos me parecía lenta la trama. Pero esos ratos no bastaron para hacerme pensar que fuera una mala película. 

Algunas personas opinan que es una película aburrida, que el guión es malo, que las actuaciones son pésimas, que el final es predecible. Cada quién desde su perspectiva, externa su opinión, creo que lo que la mayoría pueda decir es un tanto superficial, al fin y al cabo, no somos críticos de cine. Y yo por mi parte, pertenezco al público cautivo.

Desde mi punto de vista

Para mí, más que una historia de desamor y desencantos, o un capítulo de la Rosa de Guadalupe, Roma es la representación de lo que significan las empleadas domésticas para muchas familias mexicanas y un homenaje a su labor y dedicación. Pude ver en la película, a dos mujeres de distintos estratos socio económicos, pertenecientes a mundos totalmente paralelos, compartiendo una cosa en común: un corazón roto. Al final, esa idea me conmovió, después de todo, de un mal de amores nadie se salva. 

No pude evitar recordar la casa de mi tía, dónde creció mi papá junto a sus hermanos, el estrecho patio y los viejos coches que ahí guardaban, eran como los de la película.

Cleo dándose de tumbos contra la pared después de haber creído que encontró el amor, y Sofía sobreviviendo a una inminente separación con su pareja, son los principales acontecimientos de esta película basada en los recuerdos de infancia del director y que dedico a la empleada doméstica que se dedico a su crianza.

Si no la han visto, véanla, formen su propia opinión y me cuentan. 

21 ene 2019

Vínculo entre hermanas


Una de las cosas que más me preocupaba mientras estuve embarazada, era la relación que habría entre mis hijas. 10 años parecían demasiado para verlas conectar, pero como bien lo dicen, para el amor no hay edad y creo que eso también incluye al amor entre hermanos.

Disfruto mucho verlas reír, darse un abrazo y aunque sean muchos los años que se llevan, también las he visto jugar. Puedo ver en ambas una mirada de amor que me llena profundamente.

Si me preguntan si hay una formula mágica, no la hay, pero creo que sí hay algunos puntos que los padres debiéramos considerar, para fortalecer este vínculo entre hermanos y no deteriorarlo.

Evita las rivalidad. A veces, los padres somos los principales responsables de que los hijos tengan rivalidades, en muchas ocasiones nuestros actos pueden ocasionar recelo entre hermanos. Por ello:

No compares. Descubrirás que cada hijo es único. Los hermanos pueden ser polos opuestos, aprende a ver las virtudes de cada uno y a respetar sus diferencias.

Se equitativo. Los padres tienden mucho a caer en conductas de predilección hacía determinado hijo. Esto puede causar grandes daños en la autoestima de quien no se siente el "consentido" de casa. Trata de equilibrar la balanza, estoy segura de que quieres a tus hijos por igual, sólo que aveces no sabemos demostrarlo.

Dale su espacio a cada uno. Sí, aveces nuestros hijos quieren pasar un tiempo a solas con nosotros. Puedes aprovechar cuando alguno de tus hijos tenga un cumpleaños, para invitar al otro a tomar un helado o ir al parque o ver su película favorita juntos. No dejes de dedicarle un día en especial a cada uno, no importa si no puedes hacerlo cada semana o cada mes, con pocas veces te lo agradecerán mucho.

En mi caso, involucrar a la mayor en muchos momentos importantes de su hermana pequeña, me ha ayudado. Propicio que pasen tiempo juntas y cuando les compramos algo, procuramos que sea por igual, a menos que sea un cumpleaños. 

¿tú que haces para fortalecer el vínculo entre tus hijos?

18 ene 2019

Como agua para Chocolate

Hacía tiempo que no me deboraba un libro tan plácidamente como lo hice con éste. Masomenos tres días me bastaron para leer de principio a fin esta historia de amor escrita por Laura Esquivel. Debo decirlo, soy fan de las novelas cursis que tratan de algún romance imposible, por ello no es extraño que entre mis libros favoritos estén "Toda una vida" de Martha Cerda, o "Las travesuras de la niña mala" de Mario Vargas Llosa.

Eso sí, en las madrugadas mientras estaba atenta, odiando a Mamá Elena, y padeciendo las desventuras de Tita, me comenzaba a sonar la tripa, me daba hambre al imaginar los olores de todas las recetas que acompañan esta historia de amor.

He pensado que sería bueno reseñar cada libro que leo, o al menos dejar plasmado mi punto de vista, pues luego resulta que al pasar de los años, se va olvidando de qué trata cada libro, sobre todo si este no logra posicionarse en uno de nuestros favoritos, es fácil perder de vista algunos detalles. 

Sino lo han leído les diré de que va el libro.

Tita es la menor de tres hermanas. Por esta razón tiene negado el amor, pues según su madre, es el deber de la menor cuidar de ella hasta el día de su muerte, y para poder cumplir con dicha obligación, tiene prohibido casarse y tener hijos. La noticia le ha llegado a Tita demasiado tarde, pues se ha enamorado y además, junto a su novio, tenían planes ya de casarse. El día en que van a pedir la mano de Tita, la madre la niega pero a cambio ofrece la mano de la mayor de sus hijas. Para sorpresa de Tita, su novio ha aceptado la mano de su hermana, y desde ese día comenzará un tortuoso y largo sufrimiento para ella, al tener que ayudar en los preparativos de dicha boda y presenciar ese momento. Tita jamás dejo de amar a su novio, y sufrió bastante por este amor prohibido. Después de pasados los años, ella se vuelve a reunir con su gran amor, sin importarle lo que la gente dirá y sin importarle tampoco lo que su hermana pudiera sentir, después de todo a su hermana tampoco le habían importado mucho sus sentimientos. 

Esto es a grandes rasgos, lo que pasa en esta novela. Claro que hubieron muchos otros acontecimientos que me tuvieron presa de la historia día y noche.

Me clave tanto en la historia, que si Tita existiera, le hubiera ido a decir que no perdonara jamás a Pedro, su novio, quién desde mi punto de vista fue débil y cobarde y busco siempre las salidas fáciles sin importar lo mucho que podía lastimar a Tita. Pero así son las historias de amor y dicen que en esto del amor no se manda. Tita jamás pudo amar a otro hombre pese a que tuvo otra oportunidad para rehacer su vida y empezar de nuevo.

La historia me pareció más buena que un capítulo de La rosa de Guadalupe y más intensa que cualquier novela de Televisa. Ahora estoy leyendo el libro "El diario de Tita" que es una continuación de esta historia. Ya les platicaré qué me ha parecido.

¿Ustedes han leído esta historia? ¿Vieron la película?

Si quieren comprarlo, pueden hacerlo mediante amazon, aquí les dejo el enlace:

Libro: Como agua para chocolate
Autor: Laura Esquivel

16 ene 2019

Propósitos de año nuevo

Les voy a confesar que inicié el año con una extraña sensación de vacío. Hace un año, no me hice ningún propósito, pensando que eso de los propósitos eran mera euforia de las personas al iniciar un nuevo ciclo, y que en su mayoría, todos esos propósitos terminaban arrumbados en el baúl del olvido mucho antes de que llegara el primer trimestre de cada año. Cierto o no, me dí cuenta al finalizar 2018, que gracias a que no me había fijado ningún propósito, no tenía forma de saber si había avanzado en algún aspecto de mi vida, y que de cierta manera estaba estancada. A eso le sumo la sensación que me invadió los últimos días del año, cuándo mi márido me confeso que dos de sus metas habían sido tener una casa propia y continuar con sus estudios universitarios y que estaba contento de haberlas cumplido, por mi parte pensé que esos logros eran suyos, no míos y por tanto me cuestioné ¿qué habría logrado yo por mi propia cuenta? ¿Qué sería de mi vida sino tuviera un esposo? Y aunque se supone que trabajamos en equipo y las metas son en pareja, no deje de sentir que había dejado de lado mis metas y propósitos personales y decidí que este año no quería tener la 
misma sensación.


Por eso, para este año decidí que sí me plantearía ciertos propósitos que permitan mi crecimiento personal, y me encaminen a ser una mujer autónoma. Uno nunca sabe, pero no quisiera que el día de mañana, si por cualquier cosa me quedara sola, estar relegada a un papel de ama de casa, que se desvive por su márido, sin preocuparse un poco por ella misma. 

Mis propósitos son sencillos y quizá triviales. Tampoco son 12, necesito unos cuántos reales y alcanzables.

El primero está enfocado en algo que me gusta mucho y que desde hace tiempo no me doy el espacio para ello: SER MEJOR LECTORA. El año pasado realmente mi lectura estuvo pésima. Abrí muchos libros sin terminar, y si concluí alguno, realmente son contados. Este año quiero leer y leer mucho. Esto me llena el alma, lo disfruto en verdad, y los libros proveen de conocimiento y cultura. Mi meta es pequeña, pero contemplando que el año anterior ni siquiera leía un libro por mes, me parece razonable esta cantidad: la meta es 2 libros por mes. Sí, ya sé que paro los verdaderos lectores esto parece insignificante, 24 libros al año parece poco, pero teniendo en cuenta que hace tiempo no me leo ni 7 libros por año, puede ser un principio razonable y alcanzable. Ya les iré contando y reseñando cómo me va, de momento ya he terminado el primero y eso me tiene muy satisfecha. Es la primera vez que me termino un libro mucho antes de que concluya el primer mes del año.

Mi siguiente propósito creo que es el de la mayoría de las mujeres: TENER UNA ALIMENTACIÓN MÁS SALUDABLE. Parece muy trivial pero nos cuesta trabajo no ceder ante los antojos de la comida chatarra. En realidad deseo una figura más esbelta, más parecida a la que tenía hace 10 años pero se que para llegar a ella debo empezar por combatir algunos malos hábitos y agregar otros como lo son el ejercicio. Tengo pensado llevar un control de peso mensual para saber si estoy o no avanzando. Estos días espero comenzar con rutinas pequeñas de ejercicio, también ya les platicaré. 

Y el último propósito que tengo, es el de lograr una AUTONOMÍA FINANCIERA. Es probable que este deseo llegara después de cuestionarme qué sería de mi vida si no tuviera esposo. Para ello necesito enfocarme realmente en mi trabajo. Sigo con la absoluta negación de irme a una oficina, disfruto enormemente ver crecer a Isabel y pasar las mañanas con ella. Por ello necesito un plan de acción inmediata para hacer crecer mi negocio como asesora inmobiliaria. Pero como también amo escribir, quisiera buscar la manera de que este año pueda monetizar mi blog, y generar ingresos reales escribiendo. Es lo que más deseo en la vida.

Para todo ello necesito invertir tiempo, estar enfocada y tener una buena organización. Este año además se presenta con grandes retos para todos; Constanza hace examen de admisión a la secundaria y se despide de sus compañeros de primaria, mi hermana, mi mamá y Edgar concluyen su licenciatura e Isabel cumple 3 años. Sin duda es un año muy interesante así que no queda más que abordarlo con todo.

¿Ustedes tienen nuevos propósitos? Me gustará mucho leerlas.

14 ene 2019

Resumen de las vacaciones de Invierno 2018

Ya estamos con nuestra mejor sonrisa y todo el entusiasmo iniciando un año más. Como siempre, las vacaciones se fueron como un suspiro, eso sí, dejando muchos gratos momentos, lecciones y un montón de aprendizaje.

Iniciamos las vacaciones con el inicio de las posadas. No saben lo emocionada que estuve esos días, pues para nosotros las posadas no eran algo común, y de pronto ya se habían organizado 5 posaditas en nuestra cerrada, el mayor número de posadas a las que hemos ido. Lo confieso, cuando tocó nuestro turno de organizar y preparar una, estuve algo estresada, y muy atareada, ni pude tomar fotografías por estar metida en la cocina, pero a final del día, disfruté mucho el resultado. Eso sí, me lucí con una horchata caliente, que la mayoría de mamás y niños me elogiaron. Jaja un día eres joven, y al otro día te sientes muy feliz por cosas como ésta. Y por si ustedes no conocen la receta, y la quieren, la pueden encontrar por aquí.

Las posadas, más allá del goce de los niños y de dejarnos muchos dulces, me permitieron convivir y conocer a profundidad a algunos de mis vecinos. Saber un poco más de sus vidas, de sus costumbres y sobre todo, nos permitieron compartir. Cada día, cada vecino compartió dulces, piñatas, un poquito de su sazón y de su tiempo.  Aunque fueron noches muy frías, las volvería a repetir.

Después llegó la navidad, y Santa Claus que dejo tenis para las niñas, y la semana siguiente se paso muy rápido, pues esperábamos con ansia fin de año para salir de vacaciones. Sin embargo, desde el viernes 28, Isabelita tenía mucha tos así que la llevamos con el pediatra. Le recetaron medicamento y aparentemente podía salir sin ningún problema. ¡Error! todo en el viaje se complico.

Llegamos a Guanajuato el día sábado. No saben lo que amo este lugar. Me parece tan romántico que la idea de compartir este viaje con Edgar y mis hijas me daba mucha ilusión. Además iba con nosotros mi abuelita, y obviamente mis padres y mis hermanas. Llegamos al hotel y todos se metieron a la alberca, menos Isa que seguía con mucha tos. Y daba señas de no sentirse bien, pues cuando intentamos llevarla a la alberca se soltó a llorar.




Al día siguiente la vimos más alegre y creímos que sería bueno meterla al agua ya que ésta era termal. Isa estaba muy contenta, incluso hizo berrinche cuando la sacamos. Después nos fuimos a Dolores, Hidalgo. El sitio estaba lleno de gente, tanta, que para comprar un chicharrón preparado hicimos fila por poco más de una hora. Hacía mucho aire y mucho frío así que Isa siguió con más y más tos y empezó con vómitos de flema. El 31 amaneció tan malita, que pasamos buscando un doctor en San Miguel de Allende. Como no había, fuimos a Dolores y con trabajos dimos con una clínica. No había pediatra, pero nos atendió un médico general, dijo que había que ser enérgicos con el medicamento para que la bebé no empeorara y la tuvieran que internar. Le cambió todas las medicinas y le indico nebulizaciones. Mis padres compraron un nebulizador para que la niña pudiera recibir su tratamiento sin problema mientras estábamos allá. El doctor dio la orden de que Isa tenía que estar encerrada, así que con ello dijimos adiós a la posibilidad de poder salir por la noche a recibir el año en medio de fuegos pirotécnicos, tumulto y música. La verdad no le queríamos arruinar la noche a mis papás, les dijimos que ellos salieran, pero insistieron en quedarse en el hotel con nosotros. Mis hermanas y Constanza se fueron, al menos me alegra saber que mi hija disfruto la víspera de año nuevo, fueron a un restaurante y tuvieron una deliciosa cena y una gran celebración mientras recibían el 2019. Nosotros nos quedamos en el cuarto del hotel, cenamos con mis papás y mi abuelita romeritos y sandwiches de jamón. Nos abrazamos fuertemente mientras le pedíamos al año entrante salud, para no sufrir los estragos que deja la enfermedad.











A nuestro regreso Isa parecía empeorar, venía con fiebre. Llegamos a la casa de mis papás el lunes 2 de enero. Le dimos el medicamento a Isa y esperamos al otro día para llevarla nuevamente con su pediatra. Ya para el martes Isa se mostraba muy decaída, no estaba comiendo y apenas si se mantenía despierta. Acudimos con el pediatra, este le puso un aparato en su dedo para ver cuánto oxígeno estaba saturando la bebé y nos dijo que la cantidad de oxígeno estaba muy por debajo de lo normal, le hicieron una placa en ese momento y la noticia que nos dio el pediatra nos hizo un hueco en el corazón: la bebé necesitaba ser internada de inmediato. Sentí unas inmensas ganas de llorar, odio los hospitales, los momentos más angustiantes de mi vida los he pasado ahí. Nos sentamos a pensar qué haríamos y a dónde la llevaríamos. Mi primera sugerencia fue llevarla a La raza, el hospital dónde nació. Pude ver la cara de Edgar, realmente no deseaba que fuéramos ahí. Lo que nos quedaba era internarla ahí mismo, dónde estaba el pediatra que nos atendía. Claro que no teníamos contemplado ese gasto y nos agarraba en curva después de todos los gastos de diciembre, sin embargo y como siempre, mis papás nos dieron el dinero, mientras nosotros esperábamos a recibir la caja de ahorro que Edgar recibe cada año a principios del mes. 


Lo cofieso, el dolor de ver a Isa canalizada y mal, es menor cuando te permiten estar acompañando a tu bebé en todo momento, cuando dejan que ambos padres estén presentes y puedes recibir visitas que te brinden apoyo y te permitan que el proceso sea más llevadero. Mis papas estuvieron junto a nosotros, ni un sólo día nos faltaron y llegaban para llevarnos algo de desayunar y que Edgar y yo pudiéramos ir a bañarnos. El proceso fue menos cansado, en el hospital teníamos todas las comodidades y nadie nos llamaba la atención si teníamos el celular afuera. También recibimos la visita de mis suegros, un día acompañaron a mis padres para cuidar a Isa. También fue mi abuelita y mi tío Ariel con su esposa y mi prima Mari. Finalmente dieron de alta a Isabel el día 5 de enero, presiento que lo hicieron en un acto compasivo para que Isa pudiera recibir a los Reyes Magos en casa.




Pudimos gozar de una mañana de reyes en familia, todos juntos y en casa de mis padres. Así despedimos unas agetreadas vacaciones. No fueron lo que habíamos contemplado, Edgar había pedido vacaciones esos días para poder jugar con las niñas y disfrutar nuestra casa, sin embargo, por obvias razones, pasamos la última semana en el hospital y nuestra casita se ha quedado solitaria muchos días. 

Isa sigue con medicamento y mejorando cada día. Constanza ha regresado a clases muy entusiasmada y yo sigo aquí, con mucho entusiasmo de recibir un nuevo año junto a mi amado blog y con la compañía de ustedes, mis queridas lectoras.


Cuéntenme qué fue de sus vacaciones, las quiero leer.
Editada por Wendolin Vera. Con la tecnología de Blogger.