16 feb 2017

Si alguien me lo hubiera dicho...

Si tuviéramos una bola de cristal para predecir el futuro seguro nos hubiéramos ahorrado mucho sufrimiento.

Cuando escuchamos "bebé prematuro" no dimensionamos el significado de estas palabras. Es común pensar que sólo se trata de un bebé que requiere ganar peso porque ha nacido antes de lo previsto y que en algún tiempo ganará el peso que le hizo falta. No estamos prevenidos y el impacto para los padres suele ser fuerte sobre todo cuando llega el momento de estar frente a nuestros pequeñitos. 

Yo estaba anestesiada, hinchada y cansada en el momento en el que vi a Isabel por primera vez, ella iba envuelta en una sabana azul y la contemple con prisa, y sus ojos grandes y brillantes intentando descubrir el nuevo mundo son lo que recuerdo de aquel primer encuentro. Pero para el segundo encuentro pude ver a detalle todo lo que no vi la primera vez: la extremada delgadez de Isabel, la dificultad en su pecho al respirar, el tubo entrando por su pequeña boquita y todos esos cables aferrados a sus piececitos. Me hubiera gustado estar preparada para no desarmarme al hablarle, pero no lo estuve. Y tampoco Edgar lo estuvo, todos dicen que se le miraba desconcertado después de ver a Isabel por primera vez.  


Cada diagnóstico que nos daban era demoledor, desmoralizador para cualquier padre: "grave", "en cualquier momento puede fallecer", "hemorragia en la cabeza" "anemia", son algunas palabras con las que tuvimos que aprender a familiarizarnos para no escandalizarnos al oírlas y tuvimos que hacer de la fe y el optimismo nuestros más grandes aliados. Después aprendimos viendo a otros padres qué hay ciertas situaciones y condiciones que son "normales" para un bebé que ha sido expulsado del vientre materno antes de tiempo; que la mayoría de los bebés prematuros nacen con hemorragia intraventricular debido a su prematurez pero en la mayoría de los casos esta hemorragia se reabsorbe en el cerebro sin provocar daños, que la mayoría de los bebés prematuros serán intubados, padecerán anemia y necesitarán una transfusión sanguínea. 
Aprendimos que estos bebés son fuertes porque son más grandes sus ganas de vivir que cualquier pronóstico médico

Por eso escribo este post desde mi experiencia personal para extender información a todos los papás de bebés prematuros y a los futuros padres porque nadie está exento de pasar por la misma situación, la intención es hacerles saber que si han tenido un bebé prematuro tendrán que sortear diversas dificultades de acuerdo al grado de prematurez que haya tenido el bebé, vendrán diversos obstáculos, habrá días en los que todo irá bien y otros en los que parecerá que todo va mal pero en la actualidad es mayor el porcentaje de los bebés que logran vencer todas las adversidades y llegar a casa con bien. Habrá bebés que queden con secuelas pero lograran salir adelante.  

Ojalá hubiera estado preparada para esta situación aunque estoy segura que hay situaciones para las que simplemente no se puede estar preparado. Pero si tú mamá/papá estás pasando por esta situación sólo me queda abrazarte fuerte y decirte que con amor y fe vencerán, los milagros existen sólo hay que creer ciegamente en ellos.  Isabel es la prueba de ello. Se reportaba como una de las bebés más graves del área de terapia intensiva y hoy está en casa creciendo y desarrollándose como cualquier bebé, yo la veo sana y feliz, claro que aunque tiene cuatro meses la gente piensa que es recién nacida por su tamaño. 

 A continuación te enlisto los problemas más comunes a los que se enfrenta un bebé prematuro:
  • Síndrome de dificultad respiratoria (SDR)
  • Retinopatía del Prematuro (ROP). Provoca el crecimiento de vasos sanguíneos anormales en la retina, la capa de tejido nervioso del ojo que nos permite ver.
  • Apnea del prematuro. Los bebés prematuros dejan de respirar durante 15 a 20 segundos mientras duermen.
  • Hemorragia intraventricular (HIV). Es un sangrado dentro de las zonas llenas de líquido (ventrículos) en el cerebro.
  • Enterocolitis necrotizante (ECN). Es la muerte del tejido intestinal.
  • Ictericia del prematuro. Coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre. 
  • Anemia del prematuro
  • Enfermedad pulmonar crónica o displasia broncopulmonar (DBP). Se caracteriza por la inflamación y la formación de cicatrices en los pulmones.
  • Infecciones


Algunos consejos que te ayudarán si estás pasando por esto:
  • Apóyate en otros padres, acércate a los papás que acuden junto contigo a la UCIN, de ahí surgen grandes amistades y es más llevadero este trance cuando te encuentras rodeado de otras personas que pasan por la misma situación.
  • Desahógate, ya sea con tu pareja, con algún familiar o con un amigo muy cercano, exprésales lo que estás pasando, tus miedos, tus angustias, tu dolor y llora si es necesario, sentirás que te liberas y descargaras tus emociones.
  • Busca información que te ayude a entender los procesos y las complicaciones a las que se enfrenta tu bebé.
  • Busca comunidades de padres que pasaron por lo mismo, lee historias, busca vídeos de bebés que hayan sido prematuros y que salieron adelante, estas historias son inspiradoras y además muy esperanzadoras.
  • Ten paciencia, el proceso que necesitará tu bebé para reponerse será largo pero necesario para que se desarrolle y evolucione.
  • No esperes nada de nadie que no haya pasado por la misma situación, te llevaras algunas decepciones, escucharas comentarios insolentes. Es probable que sólo tú y te pareja se entiendan mutuamente.
  • Ten fe, no importa cuál sea tu religión incluso si no tienes, ten fe en ti mismo, en el trabajo que hacen los doctores y principalmente en tu bebé, en su fuerza para luchar y salir adelante y en sus inmensas ganas de vivir.
  • Pide al universo y se agradecido, agradece cada día nuevo para ti y tu bebé.

Verás que muy pronto el tiempo pasa, podrán ser semanas o meses pero al fin llegará el día en que tu bebé sea dado de alta y se vaya contigo a casa, ahora el resto será disfrutar. Si quieres compartir con nosotros tu historia, envíala a nuestro correo para que sea publicada, será alentadora para otros padres.

Nos leemos en el siguiente post. 
Con cariño - Mami Wendo

30 ene 2017

Una nueva aventura y una bebé prematura

Nunca imaginé que tendríamos que pasar por esta situación, todo fue tan rápido que apenas he tenido tiempo de asimilarlo...

Apenas tuve tiempo de redactar la entrada en el blog para anunciarles mi embarazo y nunca se público dicha entrada pues estaba en busca de la imagen perfecta para ilustrar tan grande acontecimiento, apenas comenzaba a notarse la barriga, apenas comenzaban a sentirse con fuerza las pataditas, apenas si disfrutamos de este embarazo, apenas nos habíamos enterado que sería niña ¡sí, otra hermosa niña!, apenas preparábamos la fecha del baby shower y apenas comenzábamos a imaginar nuestra nueva vida.
Me enteré que estaba embarazada un 30 de abril en pleno día del niño y nunca olvidaré las caritas de asombro y felicidad que pusieron Edgar y Constanza cuando les mostré la prueba de embarazo, los ojitos de Edgar se llenaron de brillo y Constanza soltó un grito seguido de un abrazo.

Todo transcurría tranquilamente, primero ocurrieron una serie de eventos afortunados: papá salió del hospital después de casi medio año, tuvo una buena recuperación, Edgar comenzó a estudiar la universidad, yo comencé a realizar mi servicio social en televisa (la televisora más representativa en mi país) y mi embarazo parecía ir muy bien.

Desde el principio del embarazo tuve presiones arteriales elevadas, pero nadie le tomo mayor importancia, ni el ginecólogo ni yo, ni Edgar. La presión elevada la atribuíamos al estrés generado por las noches en que me quedaba a acompañar a papá en el hospital, a una infección en vías urinarias, en fin, a múltiples factores sin saber en realidad la verdadera causa, hoy sé que tener la presión elevada en el embarazado puede resultar grave, tan grave que desemboca en la interrupción del mismo.

Una noche me tuvieron que llevar al hospital pues mi presión arterial estaba por los cielos, 150/110 registró el tensiómetro. Al llegar al área de urgencias comenzó un largo y angustioso camino para mí. Ya no pude salir del hospital porque mi presión jamás se estabilizó por más medicamento que me administraron. Ahí adentro, lejos de mi hija y de mi esposo, las horas se me hicieron eternas y el trancazo vino cuando me dijeron que tendrían que interrumpir mi embarazo, el mundo se me hizo trizas, estaba abatida y tantas cosas pasaron por mi mente. Que angustia sentí cuando me pasaron la primera inyección de un medicamento que ayudaría a que los pulmones de mi bebé se terminaran de desarrollar, cómo dolía para más me dolía el alma, mi bebé aún tan pequeña no estaba en tiempo de salir al mundo. Por la mañana me trasladaron a otro hospital. Tenía la esperanza que algo pudieran hacer por mí en otro lugar, cada hora, cada segundo segundo que pasaba yo lo veía como tiempo ganado para mí bebé. Pero la cosa no cambió, seguía escuchando la palabra "Interrupción de embarazo", y el tiempo seguía pasando lento. No pare nunca de llorar y sentí que todas esas horas fueron la peor pesadilla en mi vida, no sabía si tranquilizarme y resignarme pensando que los médicos hacían lo mejor para mí y la bebé o tener fe en que regresaría a casa con mi barriga viendo todo eso como un mal sueño, no lo sabía porque cada que preguntaba qué procedía me respondían con un: -aún lo estamos debatiendo. Lo único que podía ver con certeza en la cara de los médicos y enfermeros era lástima.

A veces me tocaba la barriga que se me ponía dura como si Isabel, sí ya la llamaba Isabel, estuviera estresada. Me acariciaba y entre lágrimas le decía a mi bebita que tenía que ser valiente y muy fuerte. Apenas entrado el sábado a la media noche me confirmaron que me harían cesárea, y que comenzarían a prepararme para entrar a quirófano. De tantas lágrimas la cara la tenía hinchada muy hinchada tanto que sentía que apenas podía ver de tan inflamados que estaban mis ojos. Que rabia me daba la cesárea, estar pasando por esa situación y no saber nada de mi familia. Todos esos días jamás se me permitió hablar con Edgar, me hacía falta tanto su abrazo, escucharlo, en el fondo quería salir huyendo de aquel lugar, quería que me rescataran, que Edgar entrara y me sacara de allí. Tenía tantas dudas y no sé si estaré tan obcecada que a pesar de todo hoy sigo dudando si los médicos hicieron lo mejor para ambas y odio sus procedimientos, él no informar con claridad al paciente de lo qué pasa y el aislarle de sus familiares.
No podía creerlo, tantos años idealizando un segundo embarazo y ahí estaba, sola y triste y preocupada en aquel quirófano.

Comenzó la césarea. Yo estaba atenta, quería escuchar  a mi bebé y al fin pude oír su pequeño llanto, mucho más débil que el de Constanza, pero sonreí, estaba viva y había llorado, intente verla pero no podía, una sabana me lo impedía. Tras un largo rato la enfermera la acerco a mi, ahí estaba esa cosita pequeña con sus hermosos ojos abiertos, y la vi y le dije: "mi hermosa" y la besé. Me di el lujo de permitirme las lágrimas, las lágrimas que cuando nació Coni preferí guardar por vergüenza. La enfermera dijo que tenía que llevársela pues tenía dificultad para respirar. Las horas siguientes las pase en una sala de recuperación. El vientre me dolía, tenía mucho frío, estaba cansada. Cada que empezaba a quedarme dormida mi cuerpo reaccionaba con un brinco para despertarme de mis sueños y regresarme a la realidad. Quería que pasara el tiempo para ver a mi familia. Al fin me pasaron a un cuarto. Me dormí un rato. Después de unas horas pude ver a mamá.

Edgar estaba en la escuela, ese día tenía examen, solo él sabe cómo pudo concentrarse con todo lo que estaba pasando. Hasta la noche pude verlo, abrazarlo y llorar. Todos querían subir a verme, tuve que poner buena cara y recibir visitas aunque por dentro no tenía ganas de nada. Estaba hinchada y seguramente olía mal pues tenía días de no haberme dado un buen baño. Las noches en el hospital fueron amargas, lloraba mucho, me daba rabia sentirme tan triste porque sentía que estaba dudando de mi bebé y de su capacidad para luchar por su vida. Cada que hablaba con Edgar y con Constanza era terminar en un mar de lágrimas . No podía ver a mi bebé hasta que me quitaran el suero. Y tampoco podía ver a Constanza.

Al fin pude ver a mi Pequeña Isabel. Se me partió el corazón en mil pedazos al verla tan pequeñita, conectada a un respirador, con tanto cable, y piquetes. No podía parar de llorar, me dolía no haberla podido proteger en mi vientre, y que estuviera pasando por eso. La enfermera me regaño por llorar,  y me dijo que de no tranquilizarme me sacaría de la sala. Tuve que salirme un momento de la terapia. Los primeros días fueron difíciles, salía de terapia intensiva con el corazóncito roto. Todo eran malos pronósticos. Comencé a buscar historias en internet, grupos en Facebook, información y vídeos.  Encontré gran apoyo en mis amigas de la universidad quienes con sus palabras me dieron calma en un momento tan duro. Comencé a ver qué los papás que entraban a terapia intensiva habían aprendido a sonreír y empecé a aprender de ellos. La fortaleza y el optimismo de Edgar fueron pieza fundamental.

Me dieron de alta en el hospital y al día siguiente regresé porque de nuevo mi presión estaba mal, estuve otros cuatro días y me agobiaba, me deprimía estar lejos de casa y Coni. No solo me preocupaba Isabel, tambien mi Constanza que de pronto estaba sin su mamá muchos días, y la tristeza en sus ojos y en los de Edgar no se podía ocultar.
15 días después de haber nacido egresaron a Isabel de terapia Intensiva, la pasaron al área de prematuros, su primer gran logro, bueno en realidad su primer gran logro fue aferrarse fuerte a la vida desde que nació.

18 días más tarde, con gran sorpresa nos dijeron que podíamos llevarla a casa. No soy capaz de describir la dicha, la felicidad y lo agradecida que me sentí y que me siento con Dios y con la vida. No podíamos creerlo, Edgar dijo que estaba en shock, yo iba sin ropa, sin nada preparado y en casa se pusieron de cabeza para arreglar y preparar las cosas para el recibimiento de Isabel. En nuestros corazones había fiesta por la noticia.

Han pasado más de dos meses de tener a la bebé en casa y estamos muy felices. Miro atrás y no puedo creer que ya todo ha pasado.

Isabel llegó a casa un 25 de Noviembre pesando 1,800 kg y midiendo 43 cm. Sentimientos encontrados había en nosotros, por un lado había gran felicidad y dicha pero por otro lado teníamos miedo de cualquier cosa; del aire frío, de que pudiera pescar una enfermedad en casa, de no saberle proporcionar los cuidados necesarios y que tuviéramos que reinternarla de nuevo en el hospital, sin embargo con el paso de los días se han disipado los miedos y hemos aprendido a disfrutar de Isabel. La estoy disfrutando enormemente y ahora que mi vida ha dado un giro tan grande hay tanto de que hablar y tantas experiencias que compartir. Estoy pensando si se cambia el nombre y la dirección del blog o creo uno nuevo, ¿tú que opinas?

Acompáñanos en esta nueva etapa como padres de una bebé prematura y de una nena hermosa que esta entrando a la pubertad.








 Gracias por todas esas palabras de aliento que me enviaron, por estar al tanto de mí y la bebé y por formar parte de esta historia.

17 ene 2017

Arrancando el año

Deseo de todo corazón que para todos este sea un gran año. La misión es hacer que este año sea mucho mejor que el año que se fue, francamente para nuestra familia el año que pasó fue un año desafiante, complejo y hasta doloroso, tuvimos que sortear muchas pruebas y la gran mayoría del tiempo lo pasamos en hospitales, pero dejemos el drama de lado. Estamos muy contentos de haber terminado el año juntos y de haber superado todos los obstáculos que se nos presentaron en el camino. El hecho de saber que estamos con vida y de nuevo con salud nos da gran optimismo, aires de guerreros y nos ha llenado de energía para iniciar el año.

Estamos de nuevo iniciando enero, justo como un año atrás pero decretando que este será un año fantástico, será nuestro año pues el pasado vencimos y merecemos nuestra recompensa.

El blog dará un giro inesperado, con la llegada de Isabel a nuestras vidas (que más adelante les relataré) mi vida de mamá y profesionista se ha revolucionado, ahora tengo un montón de temas más que hablar y sí, también sigo con un montón de dudas, como a los 17, porque ser mamá no viene escrito en un manual.

Los abrazo fuerte esperando compartir con ustedes muchas aventuras, alegrías y también sorpresas. Feliz 2017 y sean bienvenidos al Mundo de Constanza y ahora también de Isabel.

                               

23 sept 2016

Ha salido el sol

Papá ha cumplido dos meses de estar en casa. A ocho meses desde que papá ingreso al hospital por lo que fuese un simple dolor de estómago y que más tarde terminaría en tres cirugías y un delicado estado de salud, por fin pudimos ver las nubes grises despejarse y asomar los rayos del sol.

¿Qué puedo decirles? Este tipo de experiencias sirven para poner a prueba nuestras capacidades humanas, y ver de que estamos hechos. Probamos nuestra fortaleza, nuestra unión como familia y mi madre de gran temple pudo corroborar que es capaz de llevar el control de una casa, de un negocio y el cuidado de su esposo sin necesidad de gran ayuda. Hubo muchas noches de lagrimas, de angustia, de incertidumbre y dolor pero también siempre había esperanza y resignación  ante lo que la vida y Dios dispusieran. 


Cuando papá salió del hospital no nos hicimos muchas esperanzas, temíamos una recaída y veíamos como un sueño lejano el olvidarnos del hospital, sin embargo y contra todo pronóstico, mi padre se ha ido recuperando, en un principio muy lentamente y también fue otro proceso difícil pero se logro superar. No comía mucho y no se sentía bien, sin embargo de a poco fue tolerando los alimentos e ingiriendo un poco más cada día y ahora come como siempre lo hizo.


Que alivio verlo bien, ya con fuerzas y con energía rehaciendo su vida. No sé si habrá aprendido mucho o poco de esta experiencia, ni si este consciente de la gran segunda oportunidad que le concedió la vida.


Yo por mi parte esta experiencia me ha servido para ser más agradecida, más sensata, disfrutar más. Estas cosas no deben pasar en vano por nuestras vidas, cuando algo así ocurre debemos remontarnos en nuestra vida, agarrarla con fuerza y hacer cambios radicales para agradecer.


Las cosas se acomodaron de manera estupenda y han venido buenos vientos, buenas noticias, buenas oportunidades. Así es la vida, así lo dicen, después de la gran tormenta viene la calma y se asoma con fuerza el sol.
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30 ago 2016

Un nuevo ciclo escolar

La semana pasada dimos inicio al nuevo ciclo escolar 2016-2017 y Constanza lo hizo más inspirada que nunca ya que el ciclo anterior lo cerramos con una grata sorpresa: recibió un reconocimiento por haber obtenido el 3er lugar de aprovechamiento de su salón. 

Aunque mi niña siempre ha tenido buenas notas nunca había recibido un reconocimiento así que nos resulto inesperado, incluso cuando fue la entrega de diplomas en una ceremonia, nosotros no asistimos. Fue hasta que la mamá de su mejor amiguita de mi hija me mando un mensaje en el que me felicitaba por el diploma. 

Sorprendida le dije a mi hija:
-Constanza ¡muchas felicidades! Te han dado diploma de tercer lugar y no hemos ido.



Mi niña fue a divulgar la noticia con toda la familia, estaba más que emocionada. Incentivada por su reconocimiento regreso y con la firme idea de que ahora tiene como compromiso mantener su lugar por lo mismo ha estado muy aplicada y estudiosa.


Este nuevo ciclo les volvió a tocar la misma profesora, así que los niños ya están familiarizados con su forma de trabajar lo cual puede ser benéfico pues no tendrán que adaptarse a un nuevo profesor.

Iniciamos un nuevo ciclo y espero nos vaya tan bien como el otro.

Les deseo un gran y muy feliz inicio de clases a todos.


30 jun 2016

El vínculo mamá-hijo/a y el mito sobre la influencia de un parto natural en el.

A menudo leo muchas opiniones sobre las bondades del parto natural, menos veces sobre las ventajas de la cesárea. Opiniones a favor y en contra pululan la red pero es de saberse que cada quien habla de acuerdo a como le fue en la feria.

A veces leo que una cesárea disminuye el gran esfuerzo al que se ven sometidos madre e hijo durante la labor de parto, otras veces he leído sobre la maravillosa e idealizada experiencia del parto natural.

¿Pero no será que estamos enfocando demasiada atención en un sólo aspecto de la maternidad y opacando otros aspectos de igual importancia? ¿No será que estamos dejando primar idealizaciones sobre otros aspectos de igual o mayor relevancia en la crianza de nuestros hijos? Hablando más concretamente me refiero a que nos estamos preocupando demasiado en la cantidad de cesáreas que a diario se practican, sin enfocarnos en lo que viene después. Si es cierto que el nacimiento es un momento determinante en la vida de nuestros hijos, tanto para la madre como para el bebé, pero esto no influye en la fortaleza del vínculo que creamos con nuestro hijo, si fuera así qué sucede con los niños que viven en hogares adoptivos? no tienen un fuerte vínculo con su mamá adoptante? el vínculo se fortalece día con día y de nosotros depende fortalecerlo o debilitarlo. Más que preocuparnos en el número de cesáreas que se practican al año, deberíamos de estar preocupadas en fomentar el vínculo con nuestros hijos, aún después de su etapa de bebés.

Muchos años viví frustrada por haber tenido a mi hija por cesárea, y me enfadaba leer a quienes presumían de un gran vínculo especial con sus hijos al haberlos parido naturalmente. Sin embargo empece a analizar mi entorno, y oh vaya descubrimiento, conocí madres que parieron naturalmente y que a los dos años, separadas de su pareja, decidieron abandonar a sus hijos, dejarlos crecer lejos de ellas. También he visto madres violentas, madres que golpean o madres que por flojera no dan pecho... ¿Qué clase de vínculo es ese? Y todo esto no está determinado por si tuvieron un parto natural o una cesárea. Esto tiene que ver con factores de educación, de madurez, de la infancia que las madres vivieron. En fin, deberíamos enfocarnos en propagar información que ayude a fortalecer el vínculo entre madre e hijo en lugar de condenar una circunstancia y otra.

Que les puedo decir, yo creo que la relación entre mi hija y yo es hermosa. Todos los días nos abrazamos, nos miramos, nos reímos, y nos repetimos lo mucho que nos amamos. Tengo una niña comprensiva que cuida de mamá cuando esta enferma, o que cuando me ve dormir prefiere no despertarme. Qué puedo decir si es mi hija, pero siendo muy objetiva tenemos un vínculo muy fuerte, y no es casualidad, lo fortalezco día a día con besos, cosquillas, un cuento, abrazos, paciencia, con tiempo y amor.

En conclusión, el vínculo entre una madre y su hijo no esta determinado por el tipo de parto que tuvieron, el vínculo es un lazo afectivo que se alimenta día con día y con hechos más que con palabras.

24 jun 2016

¡Mamá graduada!

Entre tantas cosas tristes, había olvidado contarles que a finales del año pasado, al fin concluí mis estudios universitarios. Ahora ya no soy más una estudiante, soy una egresada.

Después de 5 años de haber iniciado una de las  aventuras más maravillosas de mi vida, llegamos a la meta y cerramos un capítulo más.

No tengo palabras para describir la enorme satisfacción que siento, la gran felicidad, el goce que me envuelve por haber podido concluir esta etapa. Fue quizá, la intermitencia con la que transite este camino o el sentir tantas veces que ya no volvería a mi amada universidad, lo que hoy me hace valorar de sobremanera éste logro. Pero sé que mi esfuerzo fue tan solo una tercera parte  de lo que hizo posible vivir este sueño, por eso estoy inmensamente agradecida con mis padres, quienes me dieron todo el apoyo económico y moral en esta etapa, quienes cuidaron de Constanza mientras yo asistía a clases, quienes creyeron que valía la pena darme una oportunidad, con Constanza, quien soporto grandes ausencias de mamá, quien aprendió a realizar sus deberes y tareas por sí sola, quien se inventó juegos para entretenerse y no echar de menos tanto a mamá, a Edgar, que muchas noches se quedo dormido junto a mi Coni, esperando a que yo terminara mis trabajos y tareas, quien se levantaba más temprano de lo habitual para llevarme hasta la escuela, a mis hermanas que mucho molestaron para que no dejara inconclusa mi carrera. Agradezco también a mis primas y a mis tíos, a mi abuela y a todos quienes me rodean y que me convencieron de que terminar valía la pena, no hay como agradecerles el apoyo y tan sabios consejos. Finalmente agradezco a mis profesores, esos que desde el kinder me dieron las bases, a la maestra que me enseñó a leer, a esos que me sembraron la semilla del conocimiento, a esos que me acompañaron en mis años universitarios, que dejaron el alma en cada clase, que con pasión transmitían lo que sabían, esos que no sólo me enseñaron lecciones académicas, sino lecciones de vida, que nos mostraron su lado más humano dejando una profunda huella en mi corazón, a todos ellos los llevaré siempre en mi alma.

Éste logró también es para mi viejito que me cuidan desde el cielo, sé que Rubén estaría contento.

Y finalmente te agradezco a ti, que me lees siempre, que estás al otro lado del ordenador, soportando mis ausencias, de quien he aprendido mucho. Este logro es nuestro.

Ahora sí me puedes llamar Comunicóloga.

Soy egreseda de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. 
¿Y qué sigue? Trabajar duro para obtener mi título.
Editada por Wendolin Vera. Con la tecnología de Blogger.