Kidzania

Como se los digó, el fin de semana se me fue como un suspiró y de pronto ya es martes casí miércoles.

Pero el fin lo hemos pasado genial. El sábado fuimos a la fiesta de un bebé que cumplio dos años. A Constanza le gustan mucho las fiestas, la piñata, los dulces y el pastel así que estuvo muy contenta.

El domingo nos fuimos a Kidzania, antes llamada La ciudad de los niños. Estaba yo muy emocionada, porque recuerdo que cuando  tenía 11 años fui y me gustó tanto que siempre quedé con deseos de volver.

Me gusta mucho éste lugar porque es una pequeña ciudad en donde los pequeños juegan a ser adultos. Los niños adquieren una idea sobre el valor del dinero, del esfuerzo por ganarlo y  deben pensar bién en que lo quieren gastar. Tal vez Constanza es aun pequeña para asimilarlo bién pero creo que los niños más grandes lo entienden un poco mejor.

Lo primero que Constanza hizo fue trabajar para poder gastar. Ásí que fue auxiliar de dentista, limpiadora de zapatos, y empacadora en un súper mercado. Despues quería gastar, claro, se lo hábía ganado así que fue de compras al súper. Fue a comprar un pizza y además participo en la elaboración de ésta. Quizó entrar a la facultad de pintura, en donde los peques pintan dibujos. Entró al foro de televisa para trabajar y después se fue la zona residencial que es una maravilla; la zona residencial es para los más pequeños, de uno a tres años. Lo primero que encuentras es una casita amuebladita con muebles pequeños pero muy reales, la sala tiene silloncitos que simulan ser de piel, un piano y tv, la cocina es integral, con todo muy real y alimentos de juguete, la recamara es totalmente inflable; desde la cama hasta los muebles así que ahí pueden brincar. Y el baño en miniatura en donde la tina de baño es una alberca de pelotas.

Saliendo de la casita, encuentras un arenero, un camioncito escolar y una escuelita con mterial para que los pequeños se diviertan. El tiempo no nos dió para todas las actividades!

No la pasamos fenomenal y Constanza tambien ha quedado con ganas de regresar.

En la tienda de souvenirs le he comprado un mandil de Chef para jugar.