Hija:
A menudo te veo y pienso en lo rápido que transcurrieron los años, y suelo recordarte cuando eras un bebé, pero ahora esa época es solo eso: dulces recuerdos.
Entonces pienso en abrazarte aún más, besarte más, estar contigo aún más, así como un día te cargué todo lo que te debía cargar... sí, te cargué tantas veces como pude hacerlo, incluso cuando ya no eras un bebé, te cargué cuando caminábamos al kinder y me pedías que en la esquina, antes de llegar, te bajara, para que tus compañeritos no se enteraran que aún te cargaba, no querías que supieran porqué ya eras una niña grande. Te cargaba al salir de la ducha, para que no te fueras a resbalar, te cargaba para jugar, te cargaba simplemente porque me daba la gana. Y sí, decían que ya estabas grande, pero no me importaba, yo te quería cargar porque sabía que llegaría el momento en que ya no sería posible, ese momento en que casi igualarías mi estatura, y las circunstancias nos obligarían a no hacerlo más. Pero aún lo recuerdas, y me dices que lo extrañas pero que sabes que ya no es posible, y nos reímos juntas. Pero si es posible seguir jugando, seguirte abrazando, y hacerte cosquillas, porque el tiempo aún nos tiene juntas, porque aún no has crecido tanto y todavía queda algo de tu dulce infancia, y aquí estaré, aquí estaremos para seguir creciendo de tu mano.
Querida mamita que empieza el camino de la maternidad: te aseguro que la vida pasa volando, en realidad sí lo sabes. Sé que hay días agotadores junto a tu bebé, y se que aveces solemos desear que el tiempo se vaya pronto para que el bebé ya camine, para que duerma de largo toda la noche, o para ya no cargarlo. No hace falta que lo deseemos, el tiempo hace su trabajo y camina sin detenerse. Un día te habrás dado cuenta que ya ha pasado un año, dos, tres o 10 años. Mi consejo es que disfrutes cada día junto a tu bebé, incluso en el cansancio, la desesperación o la tristeza, todos estos sentimientos son parte de la vida y nos recuerdan que estamos vivos. Disfruta cada instante, disfruta a tu bebé, ármate de paciencia y vive el presente. Abrázalo lo suficiente, bésalo lo suficiente y cárgalo todo lo que puedas, todo lo que quieras, nunca será demasiado. Y recuerda que no estás sola, hay una comunidad de madres que quieren escucharte y que quieren apoyarte.
gracias preciosa! les mandamos un abrazo!
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