Sobra decir que el mes de septiembre, de ser uno de mis favoritos pasó a ser uno de los más tristes en mi vida. Creo que de todas las muertes que he presenciado a lo largo de mi vida, que a decir verdad han sido muchas, la de mi abuelo es la que más me consterna, la que más me entristece.
He visto partir a compañeros de la escuela, a tíos, a muchos conocidos pero ninguno era tan emocionalmente apegado a mi como lo era mi abuelo. Son quizá los años de convivencia, su sonrisa afable y su buen humor, los cariños que le dio a Constanza y sus conversaciones graciosas como las de un niño lo que hacen que extrañe su presencia física y que de vez en cuando me invada la melancolía.
Su partida representa muchas cosas. Sí un pilar de la familia cae, esta no podrá quedar igual de ninguna manera. Ahora la casa de los abuelos no será más "la casa de los abuelos", peor aún, será la casa de mi tío.
A la ausencia de mi abuelo, mi abuela ha decidido pedirle a mi tío, el menor de sus hijos, que se mude a su casa junto con mis dos primos, primos que ya he mencionado muchas veces en el blog, a los que hacía referencia llamándolos "Los fulanitos" pero que en realidad se llaman Brandon y Hanydú. A mi no me hace gracia pensar en llegar a la casa de mis abuelitos y ya no sentir la libertad que sentía de andar arriba y abajo por que la casa era libre, el único lugar ocupado por mis abuelos era su recámara. Ahora ya no habrá recamaras libres, no habrá espacios sin dueño por que mi tío llegara y en automático los niños serán amos y señores de aquella casa, aquella casa en donde viven muchos recuerdos de mi infancia.
Así es el tiempo, se va llevando con él a las personas y modificando lugares. Ya no siento ganas de ir a la casa de mi abuelita, en ella ya no habrá más música vieja y no habrá mas novelitas vaqueras puestas sobre la mesa. En cambio habrá juguetes y un estruendoso ruido.
Nada puedo hacer si esa es la decisión de mi abuela y si eso la hace feliz. Yo en lo particular pienso que debió disfrutar su libertad, ahora que ya no esta mi abuelo y que no hay nada más que le pueda preocupar pudo haber viajado, pudo andar paseando y disfrutando el tiempo, pudo hacer todo lo que no hacía con el pretexto de que tenía que llegar para atender a mi abuelo. Pero ahora decidió cargar otra responsabilidad, cuidar de tiempo completo niños que no son suyos y atarse nuevamente a su hogar.
Por otro lado me queda el consuelo de que aún no muere mi abuela porque creo que cuando la madre de familia falta, toda la familia se desmorona. Al menos así paso en la familia de mi padre, cuando su mamá osea mi abuela hubo muerto todo se disolvió y de aquellas navidades y de aquellos fines de año en donde toda la familia se reunía ya sólo quedan recuerdos. En cambio, en el caso de mamá, ahora que mi abuelo falleció todos procuran más a mi abuela con el afán de que no se sienta sola.
Por mi parte, he comprendido que la función continúa. A veces he llorado de recordar a mi abuelo, sé que mamá también ha llorado en compañía de mi papá y de mi hermana menor, es probable que mi abuela también lloré y se que eso es normal, sé que cuando un ser querido se va nuestro único consuelo es llorar.
Afortunadamente hay tanto que hacer y tengo una maravillosa razón para seguir adelante y para sonreír que se llama Constanza. Ella dice que ahora tiene un abuelito ángel al que extraña mucho pero que sabe que esta en un lugar mejor.
Yo ahora ando en la locura, estoy en semana de exámenes y tengo mucho mucho trabajo. Hay muchas novedades que leer y que contar.
Chicas las echo de menos y mil gracias por todas sus palabras de aliento que son una dulce caricia que llevo en el alma.
Canción para él...
...como quisiera que tu vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirandolos, AMOR ETERNO E INOLVIDABLE...
Como bien escribes, ya nada vuelve a ser igual pero la vida continúa. No habrá un sólo día que no te acuerdes de él pero también desde algún lugar te dará fuerzas y te ayudará cuando lo necesites.
ResponderEliminarSólo el tiempo mitiga el dolor pero los recuerdos serán para siempre.
Un abrazo
Wendo:
ResponderEliminarTodo mi cariño y ánimos para ti, en éstos momentos tan tristes.
Espero de todo corazón,que el tiempo, poco a poco, haga menor el sufrimiento, por ésta pérdida tan importante.
El consuelo que tendrás siempre, es que tu abuelito te cuida y acompaña a ti y a Cony, desde el cielo.
Un abrazo muy grande!
siento tu pesar, cuando alguien importante falta se nota la ausencia. un gran abrazo. bss
ResponderEliminarLos abuelos son personas tan especiales, comprendo muy bien tus palabras, el mío nos dejó hace algo más de un año.
ResponderEliminarPensando en tu abuela, es probable que ella se sienta útil cuando dedica sus horas a atender a otros, tal vez sienta que ese hijo la necesita mucho más que los demás.
También te he extrañado Wen. Exito en lo académico y laboral.
Besitos a Coni.
Cuánto lamento tu pérdida mami wendo. Un fuerte abrazo de corazón a corazón
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