30 ene 2017

Una nueva aventura y una bebé prematura

Nunca imaginé que tendríamos que pasar por esta situación, todo fue tan rápido que apenas he tenido tiempo de asimilarlo...

Apenas tuve tiempo de redactar la entrada en el blog para anunciarles mi embarazo y nunca se público dicha entrada pues estaba en busca de la imagen perfecta para ilustrar tan grande acontecimiento, apenas comenzaba a notarse la barriga, apenas comenzaban a sentirse con fuerza las pataditas, apenas si disfrutamos de este embarazo, apenas nos habíamos enterado que sería niña ¡sí, otra hermosa niña!, apenas preparábamos la fecha del baby shower y apenas comenzábamos a imaginar nuestra nueva vida.
Me enteré que estaba embarazada un 30 de abril en pleno día del niño y nunca olvidaré las caritas de asombro y felicidad que pusieron Edgar y Constanza cuando les mostré la prueba de embarazo, los ojitos de Edgar se llenaron de brillo y Constanza soltó un grito seguido de un abrazo.

Todo transcurría tranquilamente, primero ocurrieron una serie de eventos afortunados: papá salió del hospital después de casi medio año, tuvo una buena recuperación, Edgar comenzó a estudiar la universidad, yo comencé a realizar mi servicio social en televisa (la televisora más representativa en mi país) y mi embarazo parecía ir muy bien.

Desde el principio del embarazo tuve presiones arteriales elevadas, pero nadie le tomo mayor importancia, ni el ginecólogo ni yo, ni Edgar. La presión elevada la atribuíamos al estrés generado por las noches en que me quedaba a acompañar a papá en el hospital, a una infección en vías urinarias, en fin, a múltiples factores sin saber en realidad la verdadera causa, hoy sé que tener la presión elevada en el embarazado puede resultar grave, tan grave que desemboca en la interrupción del mismo.

Una noche me tuvieron que llevar al hospital pues mi presión arterial estaba por los cielos, 150/110 registró el tensiómetro. Al llegar al área de urgencias comenzó un largo y angustioso camino para mí. Ya no pude salir del hospital porque mi presión jamás se estabilizó por más medicamento que me administraron. Ahí adentro, lejos de mi hija y de mi esposo, las horas se me hicieron eternas y el trancazo vino cuando me dijeron que tendrían que interrumpir mi embarazo, el mundo se me hizo trizas, estaba abatida y tantas cosas pasaron por mi mente. Que angustia sentí cuando me pasaron la primera inyección de un medicamento que ayudaría a que los pulmones de mi bebé se terminaran de desarrollar, cómo dolía para más me dolía el alma, mi bebé aún tan pequeña no estaba en tiempo de salir al mundo. Por la mañana me trasladaron a otro hospital. Tenía la esperanza que algo pudieran hacer por mí en otro lugar, cada hora, cada segundo segundo que pasaba yo lo veía como tiempo ganado para mí bebé. Pero la cosa no cambió, seguía escuchando la palabra "Interrupción de embarazo", y el tiempo seguía pasando lento. No pare nunca de llorar y sentí que todas esas horas fueron la peor pesadilla en mi vida, no sabía si tranquilizarme y resignarme pensando que los médicos hacían lo mejor para mí y la bebé o tener fe en que regresaría a casa con mi barriga viendo todo eso como un mal sueño, no lo sabía porque cada que preguntaba qué procedía me respondían con un: -aún lo estamos debatiendo. Lo único que podía ver con certeza en la cara de los médicos y enfermeros era lástima.

A veces me tocaba la barriga que se me ponía dura como si Isabel, sí ya la llamaba Isabel, estuviera estresada. Me acariciaba y entre lágrimas le decía a mi bebita que tenía que ser valiente y muy fuerte. Apenas entrado el sábado a la media noche me confirmaron que me harían cesárea, y que comenzarían a prepararme para entrar a quirófano. De tantas lágrimas la cara la tenía hinchada muy hinchada tanto que sentía que apenas podía ver de tan inflamados que estaban mis ojos. Que rabia me daba la cesárea, estar pasando por esa situación y no saber nada de mi familia. Todos esos días jamás se me permitió hablar con Edgar, me hacía falta tanto su abrazo, escucharlo, en el fondo quería salir huyendo de aquel lugar, quería que me rescataran, que Edgar entrara y me sacara de allí. Tenía tantas dudas y no sé si estaré tan obcecada que a pesar de todo hoy sigo dudando si los médicos hicieron lo mejor para ambas y odio sus procedimientos, él no informar con claridad al paciente de lo qué pasa y el aislarle de sus familiares.
No podía creerlo, tantos años idealizando un segundo embarazo y ahí estaba, sola y triste y preocupada en aquel quirófano.

Comenzó la césarea. Yo estaba atenta, quería escuchar  a mi bebé y al fin pude oír su pequeño llanto, mucho más débil que el de Constanza, pero sonreí, estaba viva y había llorado, intente verla pero no podía, una sabana me lo impedía. Tras un largo rato la enfermera la acerco a mi, ahí estaba esa cosita pequeña con sus hermosos ojos abiertos, y la vi y le dije: "mi hermosa" y la besé. Me di el lujo de permitirme las lágrimas, las lágrimas que cuando nació Coni preferí guardar por vergüenza. La enfermera dijo que tenía que llevársela pues tenía dificultad para respirar. Las horas siguientes las pase en una sala de recuperación. El vientre me dolía, tenía mucho frío, estaba cansada. Cada que empezaba a quedarme dormida mi cuerpo reaccionaba con un brinco para despertarme de mis sueños y regresarme a la realidad. Quería que pasara el tiempo para ver a mi familia. Al fin me pasaron a un cuarto. Me dormí un rato. Después de unas horas pude ver a mamá.

Edgar estaba en la escuela, ese día tenía examen, solo él sabe cómo pudo concentrarse con todo lo que estaba pasando. Hasta la noche pude verlo, abrazarlo y llorar. Todos querían subir a verme, tuve que poner buena cara y recibir visitas aunque por dentro no tenía ganas de nada. Estaba hinchada y seguramente olía mal pues tenía días de no haberme dado un buen baño. Las noches en el hospital fueron amargas, lloraba mucho, me daba rabia sentirme tan triste porque sentía que estaba dudando de mi bebé y de su capacidad para luchar por su vida. Cada que hablaba con Edgar y con Constanza era terminar en un mar de lágrimas . No podía ver a mi bebé hasta que me quitaran el suero. Y tampoco podía ver a Constanza.

Al fin pude ver a mi Pequeña Isabel. Se me partió el corazón en mil pedazos al verla tan pequeñita, conectada a un respirador, con tanto cable, y piquetes. No podía parar de llorar, me dolía no haberla podido proteger en mi vientre, y que estuviera pasando por eso. La enfermera me regaño por llorar,  y me dijo que de no tranquilizarme me sacaría de la sala. Tuve que salirme un momento de la terapia. Los primeros días fueron difíciles, salía de terapia intensiva con el corazóncito roto. Todo eran malos pronósticos. Comencé a buscar historias en internet, grupos en Facebook, información y vídeos.  Encontré gran apoyo en mis amigas de la universidad quienes con sus palabras me dieron calma en un momento tan duro. Comencé a ver qué los papás que entraban a terapia intensiva habían aprendido a sonreír y empecé a aprender de ellos. La fortaleza y el optimismo de Edgar fueron pieza fundamental.

Me dieron de alta en el hospital y al día siguiente regresé porque de nuevo mi presión estaba mal, estuve otros cuatro días y me agobiaba, me deprimía estar lejos de casa y Coni. No solo me preocupaba Isabel, tambien mi Constanza que de pronto estaba sin su mamá muchos días, y la tristeza en sus ojos y en los de Edgar no se podía ocultar.
15 días después de haber nacido egresaron a Isabel de terapia Intensiva, la pasaron al área de prematuros, su primer gran logro, bueno en realidad su primer gran logro fue aferrarse fuerte a la vida desde que nació.

18 días más tarde, con gran sorpresa nos dijeron que podíamos llevarla a casa. No soy capaz de describir la dicha, la felicidad y lo agradecida que me sentí y que me siento con Dios y con la vida. No podíamos creerlo, Edgar dijo que estaba en shock, yo iba sin ropa, sin nada preparado y en casa se pusieron de cabeza para arreglar y preparar las cosas para el recibimiento de Isabel. En nuestros corazones había fiesta por la noticia.

Han pasado más de dos meses de tener a la bebé en casa y estamos muy felices. Miro atrás y no puedo creer que ya todo ha pasado.

Isabel llegó a casa un 25 de Noviembre pesando 1,800 kg y midiendo 43 cm. Sentimientos encontrados había en nosotros, por un lado había gran felicidad y dicha pero por otro lado teníamos miedo de cualquier cosa; del aire frío, de que pudiera pescar una enfermedad en casa, de no saberle proporcionar los cuidados necesarios y que tuviéramos que reinternarla de nuevo en el hospital, sin embargo con el paso de los días se han disipado los miedos y hemos aprendido a disfrutar de Isabel. La estoy disfrutando enormemente y ahora que mi vida ha dado un giro tan grande hay tanto de que hablar y tantas experiencias que compartir. Estoy pensando si se cambia el nombre y la dirección del blog o creo uno nuevo, ¿tú que opinas?

Acompáñanos en esta nueva etapa como padres de una bebé prematura y de una nena hermosa que esta entrando a la pubertad.








 Gracias por todas esas palabras de aliento que me enviaron, por estar al tanto de mí y la bebé y por formar parte de esta historia.

17 ene 2017

Arrancando el año

Deseo de todo corazón que para todos este sea un gran año. La misión es hacer que este año sea mucho mejor que el año que se fue, francamente para nuestra familia el año que pasó fue un año desafiante, complejo y hasta doloroso, tuvimos que sortear muchas pruebas y la gran mayoría del tiempo lo pasamos en hospitales, pero dejemos el drama de lado. Estamos muy contentos de haber terminado el año juntos y de haber superado todos los obstáculos que se nos presentaron en el camino. El hecho de saber que estamos con vida y de nuevo con salud nos da gran optimismo, aires de guerreros y nos ha llenado de energía para iniciar el año.

Estamos de nuevo iniciando enero, justo como un año atrás pero decretando que este será un año fantástico, será nuestro año pues el pasado vencimos y merecemos nuestra recompensa.

El blog dará un giro inesperado, con la llegada de Isabel a nuestras vidas (que más adelante les relataré) mi vida de mamá y profesionista se ha revolucionado, ahora tengo un montón de temas más que hablar y sí, también sigo con un montón de dudas, como a los 17, porque ser mamá no viene escrito en un manual.

Los abrazo fuerte esperando compartir con ustedes muchas aventuras, alegrías y también sorpresas. Feliz 2017 y sean bienvenidos al Mundo de Constanza y ahora también de Isabel.

                               

23 sept 2016

Ha salido el sol

Papá ha cumplido dos meses de estar en casa. A ocho meses desde que papá ingreso al hospital por lo que fuese un simple dolor de estómago y que más tarde terminaría en tres cirugías y un delicado estado de salud, por fin pudimos ver las nubes grises despejarse y asomar los rayos del sol.

¿Qué puedo decirles? Este tipo de experiencias sirven para poner a prueba nuestras capacidades humanas, y ver de que estamos hechos. Probamos nuestra fortaleza, nuestra unión como familia y mi madre de gran temple pudo corroborar que es capaz de llevar el control de una casa, de un negocio y el cuidado de su esposo sin necesidad de gran ayuda. Hubo muchas noches de lagrimas, de angustia, de incertidumbre y dolor pero también siempre había esperanza y resignación  ante lo que la vida y Dios dispusieran. 


Cuando papá salió del hospital no nos hicimos muchas esperanzas, temíamos una recaída y veíamos como un sueño lejano el olvidarnos del hospital, sin embargo y contra todo pronóstico, mi padre se ha ido recuperando, en un principio muy lentamente y también fue otro proceso difícil pero se logro superar. No comía mucho y no se sentía bien, sin embargo de a poco fue tolerando los alimentos e ingiriendo un poco más cada día y ahora come como siempre lo hizo.


Que alivio verlo bien, ya con fuerzas y con energía rehaciendo su vida. No sé si habrá aprendido mucho o poco de esta experiencia, ni si este consciente de la gran segunda oportunidad que le concedió la vida.


Yo por mi parte esta experiencia me ha servido para ser más agradecida, más sensata, disfrutar más. Estas cosas no deben pasar en vano por nuestras vidas, cuando algo así ocurre debemos remontarnos en nuestra vida, agarrarla con fuerza y hacer cambios radicales para agradecer.


Las cosas se acomodaron de manera estupenda y han venido buenos vientos, buenas noticias, buenas oportunidades. Así es la vida, así lo dicen, después de la gran tormenta viene la calma y se asoma con fuerza el sol.
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30 ago 2016

Un nuevo ciclo escolar

La semana pasada dimos inicio al nuevo ciclo escolar 2016-2017 y Constanza lo hizo más inspirada que nunca ya que el ciclo anterior lo cerramos con una grata sorpresa: recibió un reconocimiento por haber obtenido el 3er lugar de aprovechamiento de su salón. 

Aunque mi niña siempre ha tenido buenas notas nunca había recibido un reconocimiento así que nos resulto inesperado, incluso cuando fue la entrega de diplomas en una ceremonia, nosotros no asistimos. Fue hasta que la mamá de su mejor amiguita de mi hija me mando un mensaje en el que me felicitaba por el diploma. 

Sorprendida le dije a mi hija:
-Constanza ¡muchas felicidades! Te han dado diploma de tercer lugar y no hemos ido.



Mi niña fue a divulgar la noticia con toda la familia, estaba más que emocionada. Incentivada por su reconocimiento regreso y con la firme idea de que ahora tiene como compromiso mantener su lugar por lo mismo ha estado muy aplicada y estudiosa.


Este nuevo ciclo les volvió a tocar la misma profesora, así que los niños ya están familiarizados con su forma de trabajar lo cual puede ser benéfico pues no tendrán que adaptarse a un nuevo profesor.

Iniciamos un nuevo ciclo y espero nos vaya tan bien como el otro.

Les deseo un gran y muy feliz inicio de clases a todos.


30 jun 2016

El vínculo mamá-hijo/a y el mito sobre la influencia de un parto natural en el.

A menudo leo muchas opiniones sobre las bondades del parto natural, menos veces sobre las ventajas de la cesárea. Opiniones a favor y en contra pululan la red pero es de saberse que cada quien habla de acuerdo a como le fue en la feria.

A veces leo que una cesárea disminuye el gran esfuerzo al que se ven sometidos madre e hijo durante la labor de parto, otras veces he leído sobre la maravillosa e idealizada experiencia del parto natural.

¿Pero no será que estamos enfocando demasiada atención en un sólo aspecto de la maternidad y opacando otros aspectos de igual importancia? ¿No será que estamos dejando primar idealizaciones sobre otros aspectos de igual o mayor relevancia en la crianza de nuestros hijos? Hablando más concretamente me refiero a que nos estamos preocupando demasiado en la cantidad de cesáreas que a diario se practican, sin enfocarnos en lo que viene después. Si es cierto que el nacimiento es un momento determinante en la vida de nuestros hijos, tanto para la madre como para el bebé, pero esto no influye en la fortaleza del vínculo que creamos con nuestro hijo, si fuera así qué sucede con los niños que viven en hogares adoptivos? no tienen un fuerte vínculo con su mamá adoptante? el vínculo se fortalece día con día y de nosotros depende fortalecerlo o debilitarlo. Más que preocuparnos en el número de cesáreas que se practican al año, deberíamos de estar preocupadas en fomentar el vínculo con nuestros hijos, aún después de su etapa de bebés.

Muchos años viví frustrada por haber tenido a mi hija por cesárea, y me enfadaba leer a quienes presumían de un gran vínculo especial con sus hijos al haberlos parido naturalmente. Sin embargo empece a analizar mi entorno, y oh vaya descubrimiento, conocí madres que parieron naturalmente y que a los dos años, separadas de su pareja, decidieron abandonar a sus hijos, dejarlos crecer lejos de ellas. También he visto madres violentas, madres que golpean o madres que por flojera no dan pecho... ¿Qué clase de vínculo es ese? Y todo esto no está determinado por si tuvieron un parto natural o una cesárea. Esto tiene que ver con factores de educación, de madurez, de la infancia que las madres vivieron. En fin, deberíamos enfocarnos en propagar información que ayude a fortalecer el vínculo entre madre e hijo en lugar de condenar una circunstancia y otra.

Que les puedo decir, yo creo que la relación entre mi hija y yo es hermosa. Todos los días nos abrazamos, nos miramos, nos reímos, y nos repetimos lo mucho que nos amamos. Tengo una niña comprensiva que cuida de mamá cuando esta enferma, o que cuando me ve dormir prefiere no despertarme. Qué puedo decir si es mi hija, pero siendo muy objetiva tenemos un vínculo muy fuerte, y no es casualidad, lo fortalezco día a día con besos, cosquillas, un cuento, abrazos, paciencia, con tiempo y amor.

En conclusión, el vínculo entre una madre y su hijo no esta determinado por el tipo de parto que tuvieron, el vínculo es un lazo afectivo que se alimenta día con día y con hechos más que con palabras.

24 jun 2016

¡Mamá graduada!

Entre tantas cosas tristes, había olvidado contarles que a finales del año pasado, al fin concluí mis estudios universitarios. Ahora ya no soy más una estudiante, soy una egresada.

Después de 5 años de haber iniciado una de las  aventuras más maravillosas de mi vida, llegamos a la meta y cerramos un capítulo más.

No tengo palabras para describir la enorme satisfacción que siento, la gran felicidad, el goce que me envuelve por haber podido concluir esta etapa. Fue quizá, la intermitencia con la que transite este camino o el sentir tantas veces que ya no volvería a mi amada universidad, lo que hoy me hace valorar de sobremanera éste logro. Pero sé que mi esfuerzo fue tan solo una tercera parte  de lo que hizo posible vivir este sueño, por eso estoy inmensamente agradecida con mis padres, quienes me dieron todo el apoyo económico y moral en esta etapa, quienes cuidaron de Constanza mientras yo asistía a clases, quienes creyeron que valía la pena darme una oportunidad, con Constanza, quien soporto grandes ausencias de mamá, quien aprendió a realizar sus deberes y tareas por sí sola, quien se inventó juegos para entretenerse y no echar de menos tanto a mamá, a Edgar, que muchas noches se quedo dormido junto a mi Coni, esperando a que yo terminara mis trabajos y tareas, quien se levantaba más temprano de lo habitual para llevarme hasta la escuela, a mis hermanas que mucho molestaron para que no dejara inconclusa mi carrera. Agradezco también a mis primas y a mis tíos, a mi abuela y a todos quienes me rodean y que me convencieron de que terminar valía la pena, no hay como agradecerles el apoyo y tan sabios consejos. Finalmente agradezco a mis profesores, esos que desde el kinder me dieron las bases, a la maestra que me enseñó a leer, a esos que me sembraron la semilla del conocimiento, a esos que me acompañaron en mis años universitarios, que dejaron el alma en cada clase, que con pasión transmitían lo que sabían, esos que no sólo me enseñaron lecciones académicas, sino lecciones de vida, que nos mostraron su lado más humano dejando una profunda huella en mi corazón, a todos ellos los llevaré siempre en mi alma.

Éste logró también es para mi viejito que me cuidan desde el cielo, sé que Rubén estaría contento.

Y finalmente te agradezco a ti, que me lees siempre, que estás al otro lado del ordenador, soportando mis ausencias, de quien he aprendido mucho. Este logro es nuestro.

Ahora sí me puedes llamar Comunicóloga.

Soy egreseda de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. 
¿Y qué sigue? Trabajar duro para obtener mi título.

23 jun 2016

Días nublados

Y seguimos aquí, entre días nublados, tomando fuerzas de quién sabe dónde para mantenernos en pie, para no tirarnos a llorar, para seguir luchando junto a papá.
El viernes de la semana pasada, al fin lo dieron de alta en el hospital. 4 meses y medio es lo que llevábamos de hospitalización. Han sido tiempos duros, el hospital termina cansando tanto a los enfermos como a los familiares que acompañamos, mi madre a veces se agobiaba, lloraba, desesperaba pero eso sí, jamás jamás se ha vencido. De hecho mi admiración a ella ha crecido enormemente, ha tenido un temple sorprendente, ha soportado situaciones francamente decepcionantes por parte de la familia de papá, pero ella sólo calla, ha sacado a flote el negocio familiar que estaba en ceros y para ser honestos, han sido estos 4 meses los de mayor estabilidad económica que se ha visto en casa.

Hicimos un equipo genial, entre mi madre y las tres hermanas que somos jamás dejamos sólo a papá mientras estuvo internado, siempre nos rolamos para pasar la noche y los días junto a él. 

Pero no todo ha sido malo, hemos visto tantas historias, hemos hecho tantos amigos, lecciones de vida hemos aprendido.

Sin embargo esto parece no tener fin. Sigo viendo a papá mal, a casi una semana de volver a casa no lo veo tan repuesto como esperábamos que fuera al pasar los días y definitivamente no es el mismo de hace 4 meses y medio, le han robado unos años, le han robado unos kilos, ahora luce delgado, flaco, acabado. Y sigo orando, sigo rezando, sigo deseando que no se canse de luchar, que no se canse de vivir, que siga dando batalla. Él también ha sido un guerrero, ha resistido operación tras operación y ha vuelto a abrir sus ojos, pero luego noto su cansancio y no se como darle fuerzas, como pedirle que mantenga siempre la voluntad de respirar.

Mientras el mundo gira y gira allá afuera, para nosotros se ha detenido el tiempo, un pedazo de nuestro corazón esta fragmentado y no nos deja olvidar. Pero sigo con la firme idea de qué las cosas pasan por algo, sigo creyendo que una lección valiosa hay tras esto y no pierdo la esperanza de que mañana veamos esto sólo como una batalla, la batalla más dura que hemos enfrentado, de la que saldremos victoriosos.

29 abr 2016

Especial Día del niño

Esta por finalizar el mes de abril, y en México cerramos con broche de oro el día 30 pues conmemoramos el día del niño.
Sabemos que muchos padres podrán estar todo el día con los pequeños, otros tendrán que trabajar, pero para cualquiera de los casos traemos algunas actividades que podrán realizar para consentir a los pequeños del hogar y pasar un rato agradable, además si este día no queremos salir pues todo esta muy lleno de gente, nada impedirá divertirnos, así que ¡manos a la obra!

Una spa es casa

El otro día llegó a mis manos un folleto que anunciaba promociones en un paquete de spa para consentir a los niños. La verdad es que desde que lo vi pensé que debía ser algo costoso y me pareció mejor idea preparar un spa en mi recámara o en mi baño.

Con incienso, unas velas aromáticas y un poco de música relajante podremos ambientar nuestro espacio.

Poner una toalla en la cama o una colchoneta es una opción para proporcionarles un masaje a nuestros niños, y ¿por qué no? Mientras les damos un sabroso masaje poner música de la elección de nuestros hijos o contarles un cuento.

Para darles el masaje podemos utilizar aceite de bebé, o algún aceite dulce que tengamos en casa, como el aceite de almendras.


Después podemos consentirlos con una mascarilla, que los haga refrescarse y ellos nos pueden ayudar a prepararla. Que te parece esta receta sencilla y nutritiva para consentirnos en familia:


  •    Dos cucharadas de yogur natural  
  •    Dos cucharadas de avena
  •    Una cucharada de miel

Agregamos todo a un pequeño bol y mezclamos. Cada pequeño puede preparar su propia mascarilla.


Y sí tenemos nenas podemos darle un plus a nuestra sesión de spa pintándonos y arreglando nuestras uñas de pies y manos.

                                     


¡Hagamos slime!


Seguramente ya has escuchado sobre el slime o afamado moco de gorila que tanta popularidad ha cobrado pues les encanta a los niños. Preparar uno con ellos no sólo les dará momentos divertidos, también les permitirá pasar un tiempo juntos además es una receta muy sencilla e inofensiva.

Materiales:
 Pegamento blanco o transparente, cual sea de tu elección.
 Detergente líquido para ropa (medio vaso).
 Colorantes artificiales o pintura acrílica.

Coloca un poco de pegamento en un recipiente hondo.
Agrega un poco de pintura o unas gotas de colorante de tu elección para darle color a nuestra mezcla.
Incorpora de poco el detergente líquido sin dejar de mover hasta que notes que la mezcla se empieza a hacer viscosa.  La cantidad de detergente que utilices depende de qué tan viscoso deseas que quede tu moco.

En pocos segundos tu slime estará listo para que juegues con él, si lo deseas puedes agregar un poco de brillantina o elaborar otros de distintos colores para mezclarlos y hacer combinaciones geniales.

Pequeño chef



Sí algo disfrutan mucho los niños es que los metamos a la cocina y nos puedan ayudar a preparar alimentos. Quería traerles la receta de unos cupcakes pero la verdad es que los cupcakes me parecen un poco más delicados y yo soy todo un caso en la cocina, aveces me he llevado decepciones por eso preferí apostarle a algo más práctico e infalible para que no nos llevemos sorpresas y los niños se sientan orgullosos de su creación. La receta que les voy a compartir es para preparar crepas. Las crepas son sencillas de elaborar, son versátiles, rápidas y podemos hacer mil combinaciones ya sean saladas o dulces.


Crepas:

Una taza de harina de trigo
Una taza de leche
Dos huevos
Tres cucharadas de mantequilla derretida

Todo lo incorporamos a la licuadora y dejamos que se mezcle bien. 

Para prepararlas no necesitamos contar con una crepera, sólo necesitamos un sartén grande, el más grande que tengamos y si es de teflón todo será más sencillo.

Precalentamos un poco el sartén y después ponemos un poco de nuestra mezcla de crepas. Movemos el sartén de forma que el contenido de la mezcla se expanda cubriendo toda la superficie de nuestro sartén. Una vez que empieza a cocerse veremos qué se forman unas burbujas que empiezan a despegar nuestra crepa, entonces es tiempo de voltear la crepa para que se cosa el otro lado. La sacamos del sartén, la volteamos a la mitad y las podemos preparar con los niños.

Las favoritas de mi hija son las de nutela con queso Philadelphia o con plátano y las de atún con queso manchego.

Podemos agregarles mermelada, cajeta, leche condensada y frutas o quesos.
Si nos gustan saladas van bien con jamón, atún y queso.

Con algo de imaginación las podemos decorar con chantillí, chocolate, chochitos o quesos.

Esperamos que te hayan gustado estas opciones para consentir a los pequeños. Anímate a probar todas y cuéntanos cómo te fue con la experiencia.

17 mar 2016

Una estrella más en el firmamento: bloggeros de luto


Cuando inicié "El mundo de Constanza" nunca imaginé que más allá de poder expresar mis ideas y desahogarme de la dura labor de la maternidad, encontraría una comunidad de madres, estudiantes, escritores, de mujeres, hombres, pero más que de cualquier profesión o de cualquier genero, encontré una comunidad de seres humanos compartiendo cada uno de ellos un trozo de su vida, y estrechando lazos en la lejanía.

Gracias a blogger, descubrí que no existen fronteras entre las personas, que no importa la bandera que llevamos, el color, la clase o la nacionalidad, porque encontramos la abundancia en nuestros corazones y eso hace la unión. A través del ciberespacio encontré una camaradería inimaginable con personas maravillosas que me han ido acompañando en el camino, personas de todo el mundo: españa, argentina, colombia por ejemplo y con algunas se ha entrañado una amistad muy especial, yo vivo soñando con el momento en que pueda tomar un avión y viajar hasta aquellas tierras lejanas sólo para disfrutar en vivo y en directo de la compañía especial de esas personas.

Adentrarme en las letras que se plasman en cada blog es un deleite especial, te adentras en la vida, en el corazón, en el pensar y en el alma de esas personas. Y cada blog se vuelve un rincón especial, un hogar que visitas porque te sientes identificado, porque le tomas afecto a la persona que hay detrás del monitor, porque entiendes sus letras, porque te divierten sus ideas, porque ya forma parte de tu día.

Es así como navegando por estos lares un día llegué a un blog muy especial:


Dicho blog me cautivo por sus historias de amor; intensas y apasionadas, por la ternura de sus imágenes, por la manera en la que la escritora te llevaba en retroceso por el tiempo hasta aquella época de doncellas con finas vestimentas, de caballeros, castillos y hermosos paisajes coloniales. 

Entrar en su mundo es entrar en un suspiro infinito de amor y dejar que te invadan un cúmulo de emociones.

Y apenas hoy me entere por medio de Citu, que la autora de este precioso blog y de otros tantos ha fallecido. Ella también formo parte de esta historia que a diario escribimos, sé que muchas veces pasaba por este rinconcito de amor y yo disfrutaba de pasar por su blog. Por eso me uno al luto, y al homenaje que se le hace.

Esta entrada esta dedicada a ella: Laura Peñafiel Manzanares
Me da un pena profunda que personas tan jóvenes partan de este mundo. Sin embargo se que personitas tan especiales se ganan un lugar en el corazón de quienes estamos cerca, y ahora ella vivirá inmortal en cada una de sus historias, esta viva en cada palabra, en cada emoción, en cada sentimiento transmitido.

Hasta siempre hermosa 

18 feb 2016

Los tragos amargos de la vida

Hace sólo un par de semanas atrás, en un intento de retomar el blog, describía lo bien que habíamos iniciado este año, y todos los planes y proyectos nuevos que venían.

Comenzamos enero adquiriendo nuestros primeros muebles: una sala, un comedor y nuestro refrigerador. No podría describirles la emoción que esto causa en unos recién casados (ni tan recién) que no tienen mucho y que quieren emprender la aventura de la independencia. También celebrábamos mi recién graduación de la universidad y mis energías estaban puestas en aprobar mi examen de egreso de la licenciatura CENEVAL y en buscar nuevos proyectos y clientes para estrenarme como recién egresada. Y entre tanto júbilo e ilusión que traen los comienzos de un nuevo año, de pronto el panorama nos cambió y todo se nos nubló.

Un viernes 30 de enero, casi a punto de dar la media noche, me llamó mi hermana menor al celular para informarme que estaban con papá en el hospital porque él se sentía muy mal. Esa noche comenzaba la primera noche de muchas en vela que se avecinaban. Angustiada desperté a Edgar y le dije que papá estaba en el hospital pero que no sabía qué pasaba. Inmediatamente decidió irse al hospital con mamá y mi hermana y fue él quien esa noche se quedó con papá mientras mi madre y mi hermana regresaron a dormir un rato. Papá estuvo toda la noche en observación, al parecer el problema era estomacal. Erradamente la palabra "estomacal" me tranquilizó, y tenía la esperanza de que papá estaría de vuelta en casa a la mañana siguiente. Sin embargo, ya en la mañana, cuando todavía estaba en cama, mamá me llamó para informarme que papá estaba por entrar a quirófano. La escuche angustiada pero yo mantuve mi estado optimista, papá es un hombre joven, sabía que saldría con bien. Fue un muy largo día en espera de noticias suyas, pero fue hasta media noche que mamá lo pudo ver y estar con él. En cuanto pude fui a verlo y a estar con él en el hospital. Su progreso parecía rápido, ingresó un viernes al hospital y calculábamos que antes de la semana estaría de vuelta en casa. Estaba débil, es cierto, pues fue una cirugía de gran complejidad, la oclusión estomacal que presentó provocó que le tuvieran que retirar un pedazo de intestino. Y cuando todo parecía ir de maravilla descubrieron que había infección por dentro y hubo que echar todo para atrás. Retiraron de nuevo alimentos y volvió el ayuno. Los días comenzaban a tornarse pesarosos, las noches interminables y el agobio entre mis padres comenzó a causar fricciones. De pronto papá entro en depresión, estaba cansado de estar en el hospital, y en medio de esa terrible tensión nos dieron la noticia de que papá entraría nuevamente a quirófano. Justo cuando creíamos que nada podía ser peor, nos llegó esta noticia como balde de agua fría, puesto que papá estaba débil física y anímicamente. 

Tanto mamá como papá lloraron mucho antes de que él entrara a cirugía. Fue imposible mantenerme ilesa en medio de un ambiente tan deprimente y rompí en llanto también. Las horas de espera nos parecieron las más amargas, más a mi madre que a mí. Después de la larga espera el doctor salió a darnos informes. Cuando me llamó yo estaba sola, me preguntó por mamá y también me preguntó cuántas hijas éramos. Al decir que éramos tres pude ver su mirada lastimera y un gran vuelco sacudió mi estómago, sentí un dolor terrible, mi cuerpo vencido y las peores cosas pasaron por mi mente. Le llamé a mi madre con urgencia, le dije que el doctor la estaba esperando. El silencio incómodo me hacía temblar. Al fin llegó mamá y el doctor habló: papá había salido ya de cirugía (-¡urra!, gritó con gran alivio mi corazón), peeeeero el doctor nos advirtió que papá estaba muy muy delicado, que había sido una cirugía muy difícil y que el peligro aún no pasaba. Nos pronóstico muchas semanas más de hospital y nos advirtió que vienen tiempos muy difíciles. Cuando se marchó, mamá me abrazo y se soltó a llorar, yo lloré un poco, sólo quería reconfortarla. Ya cuando estuve a solas, lloré y lloré mucho, deje que el dolor fluyera de mi corazón.

Ahora estoy aquí, en la sala de un hospital, junto a mi padre, velando sus sueños y adaptándome a este nuevo ritmo de vida, a trasnochar, a los vaivenes de casa al hospital, a dejar a Constanza algunos días sin mí y aprendiendo a coordinarme junto a mamá y mis hermanas. Han sido tiempos complicados, pero juntos lo hemos logrado. Agradezco el infinito apoyo de mi esposo, pieza clave en este engrane que trabaja para que todo salga bien. La amabilidad y dedicación de algunas enfermeras hacen más liviana esta situación y cabe mencionar que papá es muy querido y popular en el hospital. Anhelo fervorosamente que papá se recupere y lo tengamos de vuelta en casa sano y salvo, no importa cuántas semanas sean, si es ese el precio que hay que pagar por su vida y su salud, me parece poco. Es tiempo de sacar la casta, y seguir adelante pese a esta prueba que el destino nos ha puesto. Después de todo, en estas noches noctámbulas encuentro la inspiración para escribir.


Saludos cariñosos.
Editada por Wendolin Vera. Con la tecnología de Blogger.